Christian Dior Pre Otoño – invierno 2024, colección que da forma y sustancia a lo que cada mujer elige ser
Con las colecciones marcando el ritmo de las temporadas de moda, el otoño constituye un período particular de reflexión para Maria Grazia Chiuri, y un cuestionamiento continuo que se renueva constantemente. Revive el desfile de Dior Otoño 2024 en Nueva York.
Piezas clave de la colección Dior Otoño 2024 en Nueva York
Cada vez, el vestuario se revitaliza con una serie de piezas cuya construcción, cortes, materiales y creatividad únicos tienen lo que se necesita para satisfacer las necesidades de todas las mujeres. Esta línea de Dior es una oportunidad para rendir homenaje a Nueva York, la megalópolis que recibió, como un regalo de los franceses a los Estados Unidos a finales del siglo XIX, una estatua que desde entonces se ha convertido en el símbolo de esta increíble ciudad.
En la autobiografía de Christian Dior, el capítulo dedicado a su viaje de París a Nueva York abre un diálogo entre las capitales del estilo que Maria Grazia Chiuri destaca en dos estampados clave: la Estatua de la Libertad y la Torre Eiffel, floreciendo en gran formato en numerosos modelos. El puente entre ambas culturas es Marlene Dietrich, una actriz carismática y contraria, vinculada a Dior, tanto en la vida como en la pantalla. Maria Grazia Chiuri se inspiró en ella para construir una colección que fusiona la silueta de Dior con la presencia fantasmagórica y el atractivo masculino de la diva.
Los tweeds utilizados provienen directamente de una selección de telas masculinas inglesas. En su Petit Dictionnaire de la Mode, Monsieur Dior escribió: “En los últimos años, los tweeds han ampliado su uso incluso para trajes elegantes. Creo que son extremadamente elegantes.
Usarlos en el campo es un ‘deber’. En una época, solo podías conseguir tweeds en un peso bastante pesado, pero ahora puedes conseguirlos en todos los pesos, calidades y colores”.
Los trajes masculinos de Marlene Dietrich provocaron escándalo, afirmando, no olvidemos, el derecho de una mujer a elegir su atuendo como desee, una corbata o un chaleco sin mangas, por ejemplo: tantos emblemas que se complementan entre sí.
Las chaquetas se combinan con pantalones de pierna ancha o faldas lápiz por debajo de la rodilla.
Los vestidos preciosos y a veces muy ligeros, que recuerdan el estilo de los años 40, dan una idea de la lencería que resulta ser una parte esencial del atuendo. Telas como el satén martillado, el terciopelo aplastado y el crepé se reinterpretan en un espíritu contemporáneo. Algunos de los vestidos de tirantes con encaje incrustado, a menudo revelados bajo grandes abrigos forrados, están hechos de nailon acolchado con el motivo cannage.
El bordado evoca broches y refleja los códigos de firma tan queridos por el couturier fundador: la estrella, el lirio de los valles, el trébol y la abeja. Los cuellos de encaje se convierten en verdaderas intarsias estructurales.
En cuanto a las prendas de punto, un nivel virtuoso de inventiva ha permitido desarrollar múltiples facetas de su extraordinaria pluralidad.