DestacadasInternacional

Estudiantes de la Universidad de Columbia, en Nueva York, ocupan un edificio al iniciarse las suspensiones por las protestas en el campus

Decenas de alumnos de la Universidad de Columbia, ubicada en Nueva York (EE.UU.), han ocupado este martes el Hamilton Hall, uno de los edificios más importantes del complejo educativo, apenas horas después de que la dirección del centro comenzara a aplicar suspensiones a estudiantes involucrados en las protestas en el campus.

“Decenas de estudiantes de la Universidad de Columbia ocupan Hamilton Hall, lugar de la ocupación de 1968”, aseguró en su cuenta de X la organización Columbia Students for Justice, en una referencia a las revueltas estudiantiles que se produjeron en ese año y en las que también fue ocupado es emblemático edificio.

Según informan medios locales, muchos de los estudiantes que se encontraban acampados en la zona de West Lawn para protestar por la guerra de Israel contra Hamás en Gaza, se dirigieron de forma espontánea al Hamilton Hall para ocuparlo.

El movimiento se produjo esta madrugada, apenas horas después de que la dirección de la Universidad anunciara que había comenzado a aplicar suspensiones a estudiantes involucrados en el campamento de apoyo a Palestina presente en el campus desde hace dos semanas que, según el centro de estudios, viola sus políticas.

La Universidad había dado un plazo hasta las dos de la tarde del lunes, hora de Nueva York, para que desmantelaran el campamento bajo la amenaza de suspenderlos hasta el próximo año, pero estos decidieron mantenerlo en pie.

Algunas imágenes aéreas de Freedom News TV mostraron a varias decenas de personas apiñadas en las escaleras del edificio. También se pudo ver a otras dentro del edificio y una bandera palestina colgada de una de las ventanas, aseguró la CNN.

Las protestas de Columbia se suman a las que cientos de estudiantes en decenas de otras universidades en Estados Unidos mantienen desde hace días para protestar por la guerra en Gaza.

Las manifestaciones tienen en común el rechazo a la política estadounidense hacia Israel y la petición de que los centros educativos rompan relaciones con el Gobierno y el sector privado israelí.