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Jorge Mónaco: visibiliza los cuerpos disidentes

Una mujer trans, con pelo corto, barba y bigote, luce su embarazo recostada; un joven trans modela frente al mar su falda colorida, una maya negra y cabellera con rayos azules; y dos mujeres albinas, desnudas, descansan en una cama vieja.

Éstas son tres de las diez imágenes que integran la serie Retratos y paisajes del fotógrafo argentino Jorge Mónaco (1957), ganador del primer lugar en la categoría Portafolio de la 17 edición de los premios Sony World Photography Awards 2024.

Echo luz sobre diferentes minorías que a veces no tienen la voz o no se les escucha. El mundo y los gobiernos los invisibiliza. Y trato de hacerlos visibles a través de la imagen”, comenta en entrevista con Excélsior desde Buenos Aires.

El artista de la lente, director de la Escuela Nacional de Fotografía de la capital argentina, explica que el eje transversal de su propuesta es la diversidad y la inclusión. “Pero la diversidad de la condición humana puede estar en el lenguaje, las costumbres o la vestimenta. No, yo hablo de diversidades sociales: étnicas, religiosas y de género, así como albinos, migrantes y menonitas”.

Detalla que la serie ganadora es una selección de varios de los temas; sobre todo, del proyecto Cuerpos disidentes que comenzó hace cinco años.

Agrega que también incluyó en la selección paisajes intermedios. “Son parajes marginales, ambiguos, como la fotografía. Ésta sí tiene un halo de veracidad que no tienen otras formas de expresión o representación; pero se cree que reemplaza a la realidad, cuando la fotografía también es mentirosa.

Mis paisajes están en los bordes de las ciudades, que es donde viven las personas marginadas. Se ubican entre la ciudad y el campo. Es un no paisaje, un no territorio. No tienen una planeación urbana adecuada, donde tiran la basura, los desechos, los cementerios”, agrega.

Dice que busca echar luz a lo marginal y lo diverso. “La idea es visibilizarlos para que logren tener los derechos que goza la mayoría de las personas, como acceso a la salud y a la educación”.

Confiesa que no le ha sido difícil que los grupos minoritarios le den acceso a su intimidad. “Cuando uno los entiende y tiene empatía, ellos se dan cuenta y te abren las puertas. Ahora, con la facilidad del internet, ven tu obra, te conocen, y saben qué trabajo puedes hacer. Lo que sí debes es ser transparente, sincero y trabajar con respeto”, añade.

Mónaco aclara que lo bueno o lo malo de la fotografía es cómo la utilizas. “La belleza no está en los objetos ni en los sujetos, en las personas ni en las cosas, sino en quién mira. La bondad, la morbosidad, los prejuicios, están en quién fotografía.

No podemos dejar de ser quienes somos; pero sí tratar de razonar que nuestra forma de ser no es la única y quitarte esos mantos de neblina que pueden poner turbio tu entendimiento. Y te vas a dar cuenta que hay más cosas que nos unen, que las que nos desunen”.

Apunta que “la fotografía es la excusa para meterme en un montón de lugares y aprender cosas y conocer gente. Una de las palabras en español que me encantan es ‘nosotros’; es decir, yo y los otros, nos-otros. Aprendo del otro, me completo en él. Lo mío es casi un acto egoísta, querer aprender y completarme en los otros. Mis imágenes hablan más de mí que de mis fotografiados”.

El artista de la lente adelanta que actualmente trabaja en diversos proyectos con la inteligencia artificial. “Busco imágenes punzantes, que incomoden al espectador: mujeres de más de 70 años embarazadas, luchadores mexicanos en situaciones chuscas o la masonería femenina, todo apoyado con la IA. Me divierto trabajando”.

Los Sony World Photography Awards premian “las mejores fotografías del mundo contemporáneo, y se homenajean imágenes e historias que han tenido resonancia en públicos de todo el mundo el año anterior”.

Los Retratos y paisajes de Mónaco, y unas 200 impresiones y cientos de imágenes digitales de los otros ganadores, se exhiben en la Somerset House de Londres hasta el 6 de mayo.