Espectacular despedida de los Juegos Olímpicos de París

París se despide de sus Olímpicos: un adiós grandioso y un nuevo comienzo hacia Los Ángeles 2028

Pocas imágenes son tan poderosas para cerrar unos Juegos Olímpicos como la pista del Stade de France transformada en un mosaico grandilocuente, lleno de guiños a la cultura francesa. Un mundo luminoso e increíble, como el pebetero que se elevaba sobre el Jardín de las Tullerías cada atardecer, marcó el final de dos semanas y media de historias deportivas conmovedoras. París cerró el telón con un espectáculo inigualable.

La decisión de trasladar las competencias a lugares emblemáticos, como la Torre Eiffel y el Sena, fue audaz, pero realzó la belleza del evento y encomendó a Los Ángeles –por tercera vez sede de los Juegos, tras 1932 y 1984– la “misión imposible” de 2028. La capital francesa también rindió homenaje a las mujeres con la primera ceremonia de premiación del maratón femenino, inspirado en la Marcha sobre Versalles de 1789.

En la ceremonia de premiación, la etíope nacionalizada neerlandesa Sifan Hassan recibió su medalla de oro con un hiyab rojo, desafiando la prohibición del país organizador. “Siento que estoy soñando”, declaró la campeona olímpica, rodeada de más de 71 mil 500 personas.

Thomas Jolly, responsable artístico de la inauguración, despidió los Juegos con una inmensa carga simbólica sobre la importancia del deporte olímpico y su significado de unión y hermandad. “A pesar de las tensiones en todo el mundo, vinieron para hacer que la Ciudad Luz brillara como nunca antes”, afirmó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional. “Sus actuaciones fueron increíbles y contribuyeron a que estos Juegos sean el inicio de una nueva era, una cultura de la paz.”

En la pista del Stade de France, el nadador francés Leon Marchand, estrella de la justa con cuatro oros, comenzó la ceremonia con el recorrido de la llama olímpica hacia el estadio en Saint-Denis. La llama iluminó París por última vez antes de ser extinguida por figuras emblemáticas del deporte mundial, simbolizando el cierre de la justa.

La ceremonia también incluyó un desfile de delegaciones nacionales, donde el grupo mexicano desbordó alegría con sombreros de charro y máscaras de luchador. Marco Verde, medallista de plata en boxeo, y Nuria Diosdado, de natación artística, encabezaron la representación.

La clausura ofreció una visión utópica del futuro de los Juegos Olímpicos, con la Victoria de Samotracia en el centro del escenario y un viajero dorado reconstruyendo el legado de la justa. Tras los discursos protocolares, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, pasó la bandera olímpica a Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, marcando el comienzo de una nueva era para los Juegos Olímpicos.

El acto finalizó con un desfile cinematográfico, donde Tom Cruise, protagonista de la saga “Misión Imposible”, llevó la bandera olímpica a Long Beach, California, el próximo destino de la justa.