Ataques israelíes en sur de Líbano dejan al menos 274 muertos

Marjayoun, Líbano — El lunes, los ataques israelíes causaron la muerte de más de 274 libaneses, incluidos 21 niños y 39 mujeres, en el bombardeo más mortífero desde la guerra entre Israel y Hezbollah en 2006. El ejército israelí advirtió a los residentes del sur y este de Líbano que evacuaran sus hogares ante una campaña aérea que se está ampliando contra Hezbollah.

El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, informó que “miles de familias de las áreas atacadas han sido desplazadas” y que aproximadamente 5,000 personas resultaron heridas en menos de una semana a causa de los ataques israelíes.

El éxodo de libaneses que han huido del sur ha congestiónado las carreteras hacia Beirut, marcando el mayor desplazamiento desde los combates de 2006. Más de 700 personas resultaron heridas en un solo día, una cifra alarmante para un país que aún se recupera de un ataque reciente.

El ejército israelí declaró que atacó alrededor de 300 objetivos el lunes, centrándose en los sitios de armas de Hezbollah, y algunos ataques alcanzaron zonas residenciales. Un impacto llegó a Biblos, en el centro de Líbano, a más de 80 millas de la frontera al norte de Beirut. Además, se informó que los ataques aéreos se han ampliado a áreas del valle a lo largo de la frontera oriental con Siria, donde Hezbollah tiene una presencia histórica.

El portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, instó a los residentes a evacuar inmediatamente las áreas donde Hezbollah almacena armas.

En respuesta, Hezbollah lanzó docenas de cohetes contra un puesto militar israelí en Galilea y atacó por segundo día las instalaciones de la firma de defensa Rafael en Haifa. Las autoridades israelíes también informaron de sirenas antiaéreas en el norte de Israel, advirtiendo sobre la llegada de cohetes desde el Líbano.

Estas advertencias de evacuación son las primeras en casi un año de intensificación del conflicto, tras un intercambio de disparos particularmente intenso. Hezbollah disparó alrededor de 150 cohetes y misiles en represalia por ataques que resultaron en la muerte de un alto comandante y decenas de combatientes.

Aunque las advertencias fueron emitidas, no se observó un éxodo inmediato de las aldeas del sur de Líbano, y algunos residentes podrían estar en riesgo sin ser conscientes de la amenaza.

La escalada de ataques y contraataques ha generado temores de una guerra total, mientras Israel continúa combatiendo a Hamas en Gaza y busca la liberación de decenas de rehenes tomados durante el ataque del 7 de octubre. Hezbollah ha prometido continuar sus ataques en solidaridad con los palestinos y Hamas, mientras Israel se compromete a restaurar la calma en su frontera norte.