Internacional

Intensifican bombardeos en Líbano tras la muerte del líder de Hezbolá

El ejército israelí lanzó una serie de bombardeos en Líbano, causando la muerte de casi 60 personas, en un aumento de las hostilidades que sigue al asesinato del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, el pasado viernes. Entre los fallecidos se encuentran más de 20 miembros del grupo chiita y civiles, en lo que representa un nuevo punto crítico en el conflicto entre Israel y los aliados de Irán en la región.

Los ataques ocurrieron en varias partes del sur y este de Líbano, principalmente cerca de la ciudad de Sidón, dejando 32 muertos, mientras que otras 25 personas perdieron la vida en el este del país, según el Ministerio libanés de Salud. Hezbolá, una milicia proiraní fundada en 1982, ha mantenido ataques esporádicos contra Israel, incluso después de la muerte de su líder.

Israel intensifica ataques en otros frentes

Además de los bombardeos en Líbano, Israel también atacó posiciones de los rebeldes hutíes en Yemen, después de que estos insurgentes reivindicaran el lanzamiento de un misil contra el aeropuerto de Tel Aviv. En Yemen, al menos cuatro personas murieron en los bombardeos, según medios locales.

“Ningún lugar está demasiado lejos para Israel”, declaró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en una advertencia clara hacia los grupos insurgentes en la región. Los ataques buscan debilitar las capacidades militares de Hezbolá y sus aliados, respaldados por Irán, tras un año de tensiones transfronterizas y enfrentamientos constantes.

Reacciones internacionales y humanitarias

La muerte de Nasralá, considerado el hombre más poderoso de Líbano, ha puesto a la región en una situación incierta. Irán, aliado clave de Hezbolá, ha advertido que la muerte de su comandante no quedará sin respuesta, lo que podría escalar aún más la situación. Sin embargo, expertos como Ali Vaez, del International Crisis Group, señalan que Irán enfrenta un dilema, ya que podría no estar dispuesto a involucrarse directamente en el conflicto.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó a evitar una guerra total en Oriente Medio, mientras que Francia envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barrot, a Líbano para ofrecer apoyo humanitario. El primer ministro libanés, Najib Mikati, advirtió que cerca de un millón de personas podrían haber sido desplazadas por los ataques, lo que representa una crisis humanitaria sin precedentes para el país.

Un frente más complicado para Irán y Hezbolá

El asesinato de Nasralá es un golpe devastador para Hezbolá, y su sucesión podría recaer en su primo, Hashem Safieddine, una figura destacada del grupo. Sin embargo, el futuro de la organización sigue siendo incierto en medio de los continuos bombardeos israelíes, que han causado el desplazamiento de más de 200 mil personas dentro de Líbano y el éxodo de otras 50 mil hacia Siria, según la ONU.

A pesar de los esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada, los enfrentamientos continúan en la frontera entre Israel y Líbano, con Hezbolá lanzando cohetes hacia territorio israelí en respuesta a los bombardeos.