Los videos de las violaciones a Gisèle Pelicot se van a proyectar en el juicio con público

Aviñón, Francia. Los videos grabados por Dominique Pelicot, donde se muestra a su esposa Gisèle siendo violada por decenas de hombres mientras estaba inconsciente por los fármacos que le suministraba, serán proyectados en el Tribunal de lo Criminal de Aviñón en presencia del público y de la prensa. Esta decisión se tomó tras una reconsideración del presidente del tribunal, Roger Arata, quien había decidido inicialmente excluir a los medios y al público de la sala durante la proyección de las imágenes.

Gisèle Pelicot había solicitado que la transparencia en el proceso permitiera que la “vergüenza cambie de bando”, permitiendo que los espectadores sean testigos de lo que sufrió. Arata, después de un debate sobre este tema, autorizó la presencia de público y prensa, pero indicó que se realizarán anuncios previos a cada proyección para que aquellos que deseen salir de la sala puedan hacerlo.

Antoine Camus, abogado de Gisèle, quien se ha constituido como acusación particular, argumentó que la presencia de los medios es esencial para contrarrestar las posibles interpretaciones sesgadas de la defensa. Camus subrayó que los videos evidencian “la violación oportunista” y buscan desacreditar la narrativa de algunos acusados que intentan presentar su conducta como un error accidental o imprudente.

Por otro lado, Nadia El Bouroumi, abogada de uno de los acusados, se opuso a la proyección de los videos ante el público, argumentando que esto podría comprometer el derecho a un juicio justo y la presunción de inocencia. El Bouroumi expresó su preocupación por lo que consideró una “dictadura mediática” que podría influir en la percepción del caso.

La defensa argumenta que muchos acusados creían que tenían el consentimiento implícito de Gisèle a través de su esposo y que no eran conscientes de que él la estaba sometiendo a una “sumisión química”. Hasta ahora, Dominique Pelicot y otros 50 acusados están siendo juzgados por haber drogado a Gisèle con ansiolíticos durante casi diez años para violarla y facilitar que otros hombres abusaran de ella a través de contactos en línea.

El tribunal ha comenzado a recibir pruebas desde el 2 de septiembre, y la difusión de estos videos se considera un punto crítico en la presentación del caso.