EE.UU. veta resolución del Consejo de Seguridad de la ONU por no condicionar alto al fuego a liberación de rehenes
Estados Unidos vetó por cuarta vez desde el inicio de la guerra en Gaza una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto al fuego “inmediato, incondicional y permanente” en la región. La resolución, presentada por los diez miembros no permanentes del Consejo en un raro acto de consenso multilateral, recibió catorce votos a favor, pero no logró avanzar debido al derecho de veto de EE.UU., uno de los cinco miembros permanentes del Consejo.
El texto de la resolución también solicitaba a Israel que permitiera el acceso irrestricto de ayuda humanitaria en Gaza y rechazaba cualquier intento de “matar de hambre a los palestinos”. Además, la resolución respaldaba a la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos) como un pilar clave en los esfuerzos humanitarios en Gaza, en un contexto en el que las autoridades israelíes se disponen a imponer una “prohibición de facto” de sus actividades.
A pesar de que la resolución fue negociada durante varias semanas y se introdujeron cambios para hacerla aceptable para Estados Unidos, el embajador adjunto de EE.UU. ante la ONU, Robert Wood, justificó el veto señalando que la resolución no condicionaba el alto al fuego a la liberación inmediata de los 101 rehenes aún retenidos por el grupo terrorista Hamás.
Wood también criticó el hecho de que la resolución no condenaba explícitamente los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023, que marcaron el inicio de la guerra. “No se puede aceptar una resolución que no reconozca las acciones terroristas de ese día y no exija la liberación inmediata de los rehenes”, argumentó el diplomático estadounidense.
Por su parte, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, calificó la resolución de “traición”, tanto a los 101 rehenes aún en manos de Hamás como a sus familias, y a los principios que la ONU dice defender. Danon sostuvo que un texto así enviaría un mensaje equivocado a los terroristas, sugiriendo que podrían actuar impunemente y ser recompensados por la comunidad internacional por sus actos de violencia.
El veto de Estados Unidos marca un nuevo estancamiento en los esfuerzos internacionales para abordar la situación en Gaza y pone de manifiesto las profundas divisiones en la comunidad internacional sobre cómo resolver el conflicto.