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Alejandro Arredondo, el arquitecto mexicano que participó en la reconstrucción de Notre Dame

El mundo fue testigo de un incendio devastador que consumió una parte de la icónica catedral de Notre Dame en París. En ese momento, Alejandro Arredondo, un arquitecto mexiquense, se encontraba en París desde hacía apenas dos años y compartía la tristeza colectiva de los franceses al ver cómo el monumento histórico ardía. Lo que Arredondo no sabía es que, junto con un equipo de expertos, sería parte fundamental en la tarea de reconstruirla.

Nacido en Coacalco, Estado de México, Arredondo se unió a la empresa Art Graphique & Patrimoine, donde desempeñó un papel crucial en el mapeo digital de Notre Dame. Su equipo utilizó escáneres 3D y drones para crear una “nube de puntos” que permitió realizar una maqueta digital de alta precisión del edificio. Esta maqueta fue esencial para llevar a cabo la reconstrucción de las zonas más afectadas por el fuego.

“Consistió básicamente en tomar las medidas y pasar por todos lados, tanto por el interior, como por el exterior de la catedral”, explicó Arredondo, destacando que muchas de las maquetas existentes no representaban el estado real del templo, el cual tiene más de 850 años de historia.

El trabajo de Arredondo y su equipo comenzó solo unos días después del incendio, y aunque la labor se extendió hasta 2021, su participación ha continuado de manera puntual hasta este año. Durante las primeras visitas al lugar, el arquitecto mexicano recuerda el choque emocional que significó ver la catedral destruida, y también los desafíos logísticos debido a la difícil accesibilidad, especialmente por los peligros que implicaba el plomo derretido en el aire.

“Fue un proyecto que pasa una vez en la vida”, dijo Arredondo, quien no solo lo considera el desafío más importante de su carrera, sino también un honor representar a México en un proyecto de tal magnitud. A pesar de las complicaciones, Arredondo valora profundamente el trabajo conjunto que permitió la restauración de Notre Dame en tiempo récord, lo que calificó como “increíble” y un esfuerzo de colaboración que unió a muchas personas con diferentes habilidades.

La reconstrucción de Notre Dame no solo es un proyecto arquitectónico, sino también un símbolo de la resiliencia de Francia. Arredondo, con su trabajo, contribuyó a devolverle la vida a un emblema no solo religioso, sino también cultural e histórico de la ciudad de París y del mundo entero.