Internacional

Sheinbaum niega haber recibido invitación para la investidura de Nicolás Maduro en Venezuela

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, desmintió haber recibido alguna invitación para asistir a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programada para el próximo 10 de enero de 2025. La mandataria hizo esta aclaración durante su conferencia de prensa desde el Palacio Nacional, en respuesta a una pregunta sobre el acto protocolario.

“Hasta donde entiendo, no hemos recibido [ninguna invitación]”, afirmó Sheinbaum, descartando su participación en el evento que se llevará a cabo en la sede del Poder Legislativo venezolano.

El próximo 10 de enero se espera que Nicolás Maduro asuma un nuevo mandato como presidente de Venezuela, aunque la ceremonia se da en medio de una aguda crisis política. La oposición venezolana, liderada por Edmundo González Urrutia, también ha anunciado que su abanderado asumirá la Presidencia, argumentando que fue el verdadero ganador de las elecciones de julio, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a Maduro como el vencedor.

Durante la toma de posesión de Sheinbaum como presidenta de México, el pasado 1 de octubre, Nicolás Maduro fue invitado a la ceremonia, aunque optó por no asistir y envió un mensaje público de felicitación, recordando los lazos históricos entre México y Venezuela.

En el marco de esta disputa, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que respalda a González Urrutia, reafirmó esta semana su intención de que el opositor asuma el cargo. “Es crucial que cada ciudadano respalde esta lucha”, declaró la coalición.

Por su parte, Maduro ha convocado a una movilización masiva de sus simpatizantes el día de su juramentación, apelando a la unidad del chavismo y a la defensa de la “patria bolivariana”. “Juraremos por Venezuela, por la independencia y por la patria de Bolívar y Chávez”, expresó el mandatario.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a los acontecimientos en Venezuela, un país marcado por la polarización política y la incertidumbre respecto a la legitimidad del próximo periodo presidencial.