Espectaculo

Lenny Kravitz cautivó a sus fanáticos con un show vibrante en el Palacio de los Deportes

El artista neoyorkino, conocido por su mezcla de rock, funk, soul y blues, dejó una impresión imborrable en la audiencia con una presentación cargada de adrenalina y ritmo.

El Blue Electric Light Tour 2024 de Lenny Kravitz llegó a la CDMX para ofrecer un show electrizante que, como su nombre lo indica, brilló con intensidad. Ante una multitud de 18,000 fanáticos, el legendario artista de Nueva York demostró, una vez más, por qué sigue siendo un referente del rock y un ícono de la música mundial. El Palacio de los Deportes vibró con la energía única de Kravitz, quien logró transmitir su poderosa entrega y explosividad a cada uno de los presentes.

Desde su aparición a las 21:12 horas, la audiencia se levantó en unión absoluta para aclamar al artista, cuya presencia en el escenario genera un fervor inmediato. En ese instante, el show se desbordó de adrenalina y emoción, comenzando con el aclamado tema “Are You Gonna Go My Way”. Con ese primer acorde, Kravitz dio inicio a una velada que rápidamente llenó el ambiente de una energía arrolladora, convirtiendo al Palacio en un hervidero de gritos y aplausos.

El público, sin importar su edad o género, se entregó a la fuerza de su música, siguiendo el ritmo con una devoción inquebrantable. La calidez de la voz de Kravitz y su carisma único fueron los ingredientes perfectos para mantener la atmósfera cargada de emoción durante toda la noche. Este espectáculo, como es tradición en cada una de sus presentaciones, dejó claro que Lenny Kravitz sigue siendo un maestro en el escenario, capaz de cautivar y hacer vibrar a miles de personas con su magia musical.

Acompañado de su banda, que incluía bajista, guitarrista, baterista, y más tarde se sumaron tres trompetistas, un tecladista y dos coristas, Kravitz logró crear una atmósfera hipnótica. La banda, al igual que el público, se entregó completamente al trance del rock. Cada miembro de la banda aportó su toque único, creando una mezcla perfecta de sonido y energía que mantuvo a todos cautivos desde el principio hasta el final del concierto.

La destreza de Kravitz con las cuerdas de su guitarra y su poderosa voz transformaron cada canción en un espectáculo único, con momentos memorables que dejaron sin aliento a los presentes. Temas como “Bring it On”, “TK421” y “I’m a Believer” sonaron con fuerza en este primer bloque del show, antes de que el propio Kravitz tomara una pausa para saludar y agradecer a su leal público, que le correspondió con ovaciones y aplausos.

La producción del espectáculo de Lenny Kravitz estuvo a la altura de su enérgico show, complementando perfectamente su presencia en el escenario. Desde animaciones en blanco y negro hasta gráficos coloridos y luces neón, todo estaba cuidadosamente diseñado para crear un ambiente visualmente impresionante. Las pantallas gigantes rodeaban la escena, mientras que las hileras de luces titilaban al ritmo de sus canciones, creando una experiencia multisensorial que fusionaba la música con los efectos visuales de manera perfecta. Los reflectores se disparaban por todos lados, formando un ambiente vibrante de energía constante, del cual Lenny parecía nutrirse, entregando todo de sí en cada acorde.

El público no tardó en rendirse ante la poderosa presencia de Kravitz. Ya sea con canciones románticas y lentas como “I Belong To You” o con temas acelerados llenos de solos electrizantes como “Believe”, la audiencia estaba completamente hipnotizada. Lo único que los despertaba de ese trance era el aplauso y la adoración hacia el rockstar en el escenario, quien transmitía una energía única que mantenía a todos en vilo.

En las canciones más lentas, como “Low”, Lenny Kravitz aprovechaba el funk y su sensualidad para mover las caderas lentamente, generando una reacción emocional en el público. Esta presencia hipnótica hizo que sus fans no pudieran dejar de aplaudir, subiendo la temperatura de la noche aún más.