Migrantes con TPS inician huelga de hambre en EE. UU. para exigir acción a Biden antes de la llegada de Trump
Un grupo de beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) inició este lunes una huelga de hambre en Washington, D.C., exigiendo al presidente Joe Biden que extienda su permiso antes de la toma de posesión de Donald Trump, quien ha prometido deportaciones masivas como parte de su agenda migratoria.
La acción fue organizada por la Alianza Nacional TPS (National TPS Alliance) con el objetivo de presionar a Biden para que renueve el programa por 18 meses más, permitiendo a los migrantes continuar viviendo legalmente en Estados Unidos y complicando cualquier intento de deportación bajo la administración entrante.
El TPS ha sido un salvavidas para miles de personas provenientes de países en crisis, pero su futuro es incierto ante las políticas de mano dura prometidas por Trump. Aunque el republicano no ha detallado cómo procederá, su historial previo genera temor entre los beneficiarios.
Entre los participantes de la huelga está Donis Hernández, originario de El Salvador, cuyo TPS expira el 9 de marzo. Hernández teme que, de no renovarse bajo el gobierno de Biden, su situación legal sea irreversible durante el mandato de Trump. “El miedo más grande que tenemos es la separación de familias. Llevo más de 20 años aquí, y en mi familia hay quienes podrían quedarse y otros que no”, expresó.
Neida Mejía, hondureña con más de dos décadas en Estados Unidos, comparte este temor: “Tengo miedo de que nos separen. Mis nietos han nacido aquí y ellos pueden quedarse, pero yo no”.
La huelga de hambre forma parte de la “Semana de Acción contra las Deportaciones” organizada por el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés) y coincide con el Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre.
“Conocemos las amenazas que se avecinan con la administración de Trump. Esta huelga es para exigir que Biden actúe antes de Navidad”, explicó Jose Palma, coordinador de la Alianza Nacional TPS, en una conferencia de prensa.
Los activistas recuerdan que acciones similares permitieron a los beneficiarios de TPS permanecer en el país durante el primer mandato de Trump, cuando el programa fue cancelado y las renovaciones se lograron mediante extensiones legales y presión social.
La huelga comenzó con 11 personas pero se espera que se unan hasta 25 migrantes de diferentes estados del país. Los participantes permanecen en una iglesia metodista cercana al Tribunal Supremo, con acceso a agua y bebidas isotónicas, y se someterán a controles de salud regulares.
Aunque Biden prometió abordar la reforma migratoria en sus primeros 100 días de gobierno, los huelguistas critican la falta de acciones concretas hacia una regularización permanente. “Pagamos impuestos aquí, es justo que tengamos residencia después de todos estos años. Ahora no tenemos ni residencia ni extensión”, lamentó Soledad Miranda, una salvadoreña con 30 años en Estados Unidos.
La huelga busca asegurar que Biden actúe antes de que las políticas más restrictivas de Trump vuelvan a poner en peligro la estabilidad de millones de migrantes en el país.