Internacional

Experto en migración proyecta que Trump deportará a 150 mil mexicanos y centroamericanos

La próxima administración de Donald Trump podría deportar a alrededor de 150 mil personas provenientes de México y Centroamérica que residen en Estados Unidos con estatus migratorio irregular, según proyecciones de Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de la organización Diálogo Interamericano.

Durante el foro “Trump 2.0: Perspectivas y desafíos para Centroamérica, Cuba y Venezuela”, Orozco detalló que de esa cifra, 65 mil serían mexicanos, mientras que el resto provendría de otros países de Centroamérica.

Factores detrás de la política migratoria
Aunque la deportación fue uno de los temas centrales de la campaña de Trump, el experto anticipa que su enfoque será más pragmático una vez en el poder, debido a las limitaciones operativas y políticas.

“Las deportaciones dependerán de los recursos humanos y económicos con que cuente la administración para ejecutar la ley”, explicó. Además, el equipo de Trump, descrito como “heterogéneo”, se inclina hacia medidas punitivas como cerrar fronteras, prevenir el ingreso de nuevos migrantes y expulsar de manera gradual a los ya presentes de forma irregular.

Grupos bajo mayor riesgo
Orozco identificó a varios grupos de migrantes que enfrentan un mayor riesgo de deportación:

Migrantes bajo alivio humanitario: Aproximadamente un millón de personas beneficiadas por el programa Parole, vigente por dos años, podrían ser devueltas a sus países si no logran ajustar su estatus migratorio.
Solicitantes de asilo con casos rechazados: Más de un millón de personas cuyos casos han sido denegados estarían en la mira de las autoridades migratorias.
Beneficiarios del TPS: Cerca de un millón de personas con Estatus de Protección Temporal podrían enfrentar deportación si no logran cambiar su estatus migratorio.
Orozco destacó que las nacionalidades de los deportados incluirán no solo a mexicanos y centroamericanos, sino también a migrantes provenientes de países como Cuba, Venezuela, Haití, Ucrania, Rusia y China, que han sido protagonistas de la reciente ola migratoria.

Desafíos y contradicciones
El experto subrayó las tensiones que podría enfrentar la administración Trump al implementar estas medidas. Por un lado, deberá equilibrar una política exterior que se opone a dictaduras en países como Venezuela y Cuba, mientras deporta a sus ciudadanos. Por otro lado, el país continúa enfrentando una creciente demanda de mano de obra barata, necesaria para mantener su competitividad económica.

“La migración no solo responde a crisis políticas, sino también a la demanda del mercado laboral en Estados Unidos, lo que hace aún más compleja la gestión migratoria”, concluyó Orozco.