Investigación revela que donantes de Trump emplean a mexicanos sin visas de trabajo adecuadas
Una investigación del diario británico The Guardian señaló que Liz y Dick Uihlein, destacados donantes de la campaña del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, emplean a trabajadores mexicanos con visas no aptas para trabajo en sus complejos de productos de oficina y almacenes en Wisconsin y Pensilvania.
Según el reportaje, los Uihlein, propietarios de la empresa de envíos Uline, han contratado a decenas de trabajadores mexicanos con visas B1, que permiten estancias de hasta seis meses únicamente para fines de “entrenamiento”. Sin embargo, los empleados han sido trasladados a Estados Unidos para realizar labores regulares en el área de transporte y almacenamiento de la empresa.
Mano de obra mexicana mal remunerada
Fuentes citadas en la investigación, que hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias, aseguraron que los trabajadores realizan actividades propias de empleo formal, no de capacitación. Además, afirmaron que Uline paga los salarios de los empleados en cuentas bancarias en México, ofreciendo un pago inferior al de sus equivalentes estadounidenses, aunque se les compensa con un estipendio adicional por viajar y permanecer en Estados Unidos.
El reporte indica que entre 60 y 70 trabajadores con base en México podrían estar laborando en los almacenes de Uline en Estados Unidos en cualquier momento. La empresa asume los costos de traslado y hospedaje, pero según las fuentes consultadas, la contratación responde a la dificultad de encontrar trabajadores locales, especialmente en Pensilvania.
Contradicciones con políticas migratorias de Trump
El caso resulta especialmente controversial porque los Uihlein son prominentes apoyos financieros de Donald Trump, quien ha prometido endurecer las políticas migratorias durante su segundo mandato, incluyendo deportaciones masivas. La aparente contradicción entre las prácticas laborales de los Uihlein y las políticas migratorias que apoyan resalta la tensión entre el discurso político y la realidad empresarial.
Sin respuesta de los Uihlein ni de Uline
Ni los Uihlein ni Uline emitieron comentarios ante las acusaciones, según The Guardian. El medio británico destacó que la investigación se llevó a cabo durante varios meses e incluyó entrevistas con personas cercanas a la empresa y el análisis de documentos internos.
El caso pone de relieve las problemáticas relacionadas con el uso indebido de visas temporales y las condiciones laborales de los trabajadores migrantes, así como las contradicciones en las prácticas de quienes financian políticas de control migratorio más estrictas.
