Reportan caso de crueldad animal
El guaymense Luciano Rafael Arturo Ríos Rentería denuncio que una mascota (un perrito) fue quemado a propósito en medio de una fogata, pide denunciar a los responsables de este nuevo caso de maltrato y crueldad animal en Guaymas.
A través de las redes sociales el conocido vecino de la colonia Burócrata reportó que fue ayer sábado cuando encontró en una hornilla hechiza en un hoyo, la mascota sin vida, la cual murió quemada.
“Hoy (ayer) me encontré con esta triste noticia, unas personas hicieron una fogata y es evidente que quemaron a este perrito, está ubicado por la calzada Agustín García López a una cuadra de la empresa de venta de refrescos”, denunció al momento que mostraba fotos del reprobable acto de gente, sin ningún tipo de corazón.
Y agregó; “No permitamos este tipo de abusos, con los perritos de la calle, si ves algo así denuncia en el momento”.
Los comentarios a través del Facebook de la FM105 no se hicieron esperar y algunos guaymenses molestos señalaron.
Fernanda Zavala, expresó “No que crueldad, que coraje y tristeza que las personas estén perdiendo valores y humanidad hacia los animalitos, ojalá hubiera cámaras cerca de ese lugar para dar con los culpables”, mientras que, María Luisa Luna Zazueta, dijo, “No dejen a sus perros afuera en la calle. Porque también los perros le quieren hacer daño a uno se le van encima a uno y hay veces que muerden a la gente, y el dueño del perro no hace nada. A la mejor ese perro hizo daño.
Ana María Quevedo, “Cómo se pueden llamar seres humanos, que inmundicia de personas”; Rosalía Villavicencio, “No puedo creer que exista gente tan de mal corazón”; Patricia Soto Mendoza, “Estamos muy mal como sociedad, este mundo está peor en todos los aspectos”; Antonia Irene Rivera, “Qué gente sin corazón sin sentimientos!; Rosario Piña, “Es uno de los resultados de tanto vacío Espiritual, que estamos padeciendo, estamos din Dios y sin valores, y lo que falta; Maricela Villalobos, “Discúlpeme pero me da una impotencia Saber esas cosas ellos no saben”; Emily Antony, “Que tristeza y coraje”.