Claudia Sheinbaum enviará carta a Google tras cambios en el nombre del Golfo de México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este miércoles que enviará una carta al gigante estadounidense Google en relación con la polémica sobre el renombramiento del Golfo de México a Golfo de América en su aplicación de mapas.
Durante la conferencia matutina, Sheinbaum adelantó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México enviará la carta hoy mismo, destacando la importancia de que el golfo mantenga su nombre como Golfo de México. Este cambio de nombre, promovido desde la llegada del presidente estadounidense Donald Trump, ha generado controversia, y se reflejará de manera diferenciada en los mapas de Google. Según la información proporcionada por la empresa, en Estados Unidos el golfo será denominado como Golfo de América, mientras que en México conservará su nombre tradicional. Internacionalmente, la plataforma mostrará ambos nombres según la región.
Sheinbaum también detalló que en la carta, el gobierno mexicano pedirá que en los mapas de Google se resalte el territorio de la “América Mexicana”, una referencia a las regiones que alguna vez pertenecieron a México y que justifican el nombre tradicional del golfo.
El tema ha cobrado relevancia en los últimos tiempos, especialmente luego de la iniciativa de Trump, y se ha convertido en un punto de discusión en el ámbito político y geopolítico. Para respaldar su postura, la presidenta invitó a José Alfonso Suárez del Real, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia, quien ofreció una breve lección histórica, destacando que el Golfo de México ha sido reconocido por ese nombre desde 1607.
Suárez del Real también recordó que la Constitución de Apatzingán de 1814, en su decreto de independencia, se refirió a la región como parte de la América Mexicana, que en ese entonces incluía territorios como Texas, Florida y Luisiana.
Este nuevo enfrentamiento diplomático se da en un contexto de tensiones y simbolismos, mientras los gobiernos de ambos países siguen debatiendo sobre temas de soberanía y la historia compartida.