Avión de transporte médico se estrella en Filadelfia. No hay sobrevivientes
Filadelfia. Un trágico accidente aéreo tuvo lugar el viernes por la noche en Filadelfia, cuando un avión de transporte médico, que llevaba a bordo a un niño paciente y otras cinco personas, se estrelló en un vecindario poco después de despegar, provocando una explosión que alcanzó varias casas cercanas.
La aeronave, un Learjet 55 registrado en México bajo la empresa Med Jets, se dirigía a Springfield, Missouri, cuando desapareció del radar apenas seis minutos después de su despegue desde el Aeropuerto del Noreste de Filadelfia. Según el portavoz de la compañía Jet Rescue Air Ambulance, no hubo sobrevivientes entre los ocupantes de la aeronave, que incluían a cuatro miembros de la tripulación (dos pilotos y dos médicos), además de una paciente y su acompañante.
Fox News reportó que todas las personas a bordo eran de nacionalidad mexicana. La paciente era una niña que había llegado a Estados Unidos para recibir un tratamiento médico que podría haberle salvado la vida y que, según se detalló, regresaba a México.
El accidente ocurrió alrededor de las 6:06 p.m., cuando el avión alcanzó una altitud de aproximadamente 487 metros (1,600 pies) antes de estrellarse cerca de Roosevelt Mall, en el vecindario de Rhawnhurst. La explosión generó una nube de humo negro visible a kilómetros de distancia, y varios testigos reportaron haber escuchado un fuerte estruendo antes de ver el impacto.
La alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, comentó en una conferencia de prensa que, aunque aún no se tenían detalles completos sobre las víctimas, varias casas y vehículos cercanos resultaron dañados por la explosión. La zona fue acordonada por autoridades municipales y estatales, y la Administración Federal de Aviación (FAA) ha señalado que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) liderará la investigación para determinar las causas del siniestro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su tristeza por el accidente a través de sus redes sociales, calificando la tragedia como “tan triste” y refiriéndose a las vidas perdidas como “almas inocentes”. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, también ofreció el apoyo de los recursos estatales mientras se atendía el accidente.
Los primeros en llegar al lugar fueron vehículos policiales y camiones de bomberos, quienes trabajaron rápidamente para controlar el fuego y asegurar la zona. Testigos informaron que el impacto fue tan fuerte que varias casas cercanas temblaron, y algunos residentes creyeron que se trataba de un ataque.
Este accidente se produce solo dos días después del peor choque aéreo en los Estados Unidos en décadas, ocurrido en Washington D.C., en el que murieron todas las personas a bordo de un avión de American Airlines y un helicóptero del Ejército.
La investigación sigue en curso, y las autoridades continúan recopilando información para esclarecer las circunstancias del accidente.
