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El Vaticano estudia un “plan B” para Semana Santa ante la prolongada hospitalización del papa Francisco

Ante la prolongada hospitalización del papa Francisco por una neumonía bilateral, el Vaticano analiza un “plan B” para la conmemoración de la Semana Santa, considerando que su recuperación será lenta y requerirá una larga convalecencia en la Casa Santa Marta.

Francisco mejora, pero su alta aún no tiene fecha
Según la oficina de prensa de la Santa Sede, la salud del pontífice argentino muestra una mejoría gradual, aunque la neumonía aún no ha sido completamente erradicada. La ventilación mecánica nocturna ya no es necesaria, y no se prevé un nuevo parte médico hasta la próxima semana.

Dado el estado de Francisco, quien en 2023 pudo presidir los actos de Semana Santa tras una breve hospitalización por bronquitis, esta vez no podrá seguir el mismo ritmo.

Un esquema similar al de Juan Pablo II
Fuentes vaticanas han señalado que, en caso de ser necesario, algunos cardenales asumirían las celebraciones litúrgicas en representación del papa, como ocurrió en 2005 con el deterioro de la salud de Juan Pablo II.

El esquema alternativo prevé que el secretario de Estado, Pietro Parolin; el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re; el vicario de Roma, Baldassare Reina, y el penitenciario apostólico, Angelo De Donatis, sean los encargados de presidir los ritos más importantes.

El Domingo de Resurrección, Parolin podría leer el tradicional mensaje Urbi et Orbi en nombre del papa, aunque sin hacerlo desde la logia de la Basílica de San Pedro, pues es un espacio reservado exclusivamente para el pontífice.

Semana Santa con Francisco en recuperación
La Semana Santa, que comienza el 13 de abril con el Domingo de Ramos y se extiende hasta el 21 de abril, es uno de los períodos litúrgicos más intensos del calendario católico. Entre las celebraciones clave están la Misa Crismal y el lavado de pies del Jueves Santo, el Vía Crucis en el Coliseo el Viernes Santo, la Vigilia Pascual el Sábado Santo y la Misa de Pascua con la bendición Urbi et Orbi.

El Vaticano no descarta que Francisco pueda participar de alguna forma en estos eventos, ya sea con videomensajes o transmisiones en directo desde la capilla de su residencia.

Por ahora, la Santa Sede insiste en que todas las versiones que circulan son meras hipótesis y que cualquier decisión será anunciada oportunamente.