Moon Jae-in, expresidente de Corea del Sur, es imputado por soborno en medio de crisis política nacional
La Fiscalía de Corea del Sur anunció este jueves la imputación del expresidente Moon Jae-in por presunto soborno, en un caso que lo vincula con la contratación de su exyerno en la aerolínea de bajo coste Thai Eastar Jet. La acusación se produce en un contexto de agitación política tras la reciente destitución del presidente Yoon Suk-yeol.
Moon, quien ocupó la presidencia entre 2017 y 2022, fue imputado por cargos de corrupción, mientras que Lee Sang-jik —exlegislador y fundador de Thai Eastar Jet— enfrenta cargos por soborno y abuso de confianza. La fiscalía sostiene que Moon y su hija, Moon Da-hye, habrían recibido beneficios económicos como parte de un acuerdo para favorecer el empleo del exmarido de Da-hye, identificado por el apellido Seo.
Según las investigaciones, Seo fue nombrado director ejecutivo de la aerolínea en 2018, a pesar de carecer de experiencia en el sector. Poco después, Lee fue designado como director de la Agencia de Pymes y Startups de Corea, lo que levantó sospechas de un intercambio de favores entre ambas partes.
Los fiscales alegan que Moon dejó de brindar apoyo financiero a su hija tras el nombramiento de Seo en la empresa, y consideran que los 223 millones de wones (unos 152 mil dólares) recibidos por Seo y Da-hye en salarios y compensaciones constituyen un soborno indirecto al expresidente.
La imputación de Moon agrava la situación institucional de Corea del Sur, que aún enfrenta los efectos de la crisis provocada por la destitución del presidente Yoon Suk-yeol el pasado 3 de diciembre, tras decretar la ley marcial sin el respaldo del Parlamento. A inicios de abril, el Tribunal Constitucional ratificó su destitución, lo que ha acelerado la convocatoria de elecciones anticipadas.
El caso contra Moon, figura clave en la política surcoreana reciente, podría tener un impacto profundo en el panorama electoral y en la percepción pública sobre la corrupción en las altas esferas del poder.