Trump ordena más presencia militar en la frontera y crea nueva zona restringida para frenar migración
El Gobierno del presidente Donald Trump intensificó su política migratoria al anunciar la creación de una segunda zona militar restringida en la frontera con México, y el despliegue de cientos de soldados adicionales para frenar el ingreso de migrantes y solicitantes de asilo.
El Comando Norte de Estados Unidos informó este jueves que una franja de más de 100 kilómetros de largo pasará a estar bajo control del Ejército y se integrará a la base de Fort Bliss, en las inmediaciones de El Paso, Texas. Según el comunicado oficial, el objetivo es “controlar la actividad ilegal” en la región fronteriza.
La decisión se enmarca en una orden ejecutiva emitida por Trump el pasado 11 de abril, en la que autorizó al Departamento de Defensa a tomar control de terrenos federales en la frontera sur. El mandatario solicitó a las secretarías de Defensa, Seguridad Nacional, Interior y Agricultura facilitar el traspaso de terrenos públicos para permitir “actividades militares” que respalden su política de seguridad fronteriza.
Inicialmente, la medida se limitaba a la llamada “Reserva Roosevelt”, una franja de 20 metros de ancho que se extiende paralela a la frontera por unos mil kilómetros entre Nuevo México y California. Con esta nueva orden, se amplía el control militar a más zonas estratégicas del corredor fronterizo.
A inicios de esta semana, el Departamento de Justicia presentó cargos contra 28 migrantes detenidos tras cruzar la zona militarizada. Es la primera vez que el gobierno federal imputa a extranjeros por violar las normas de seguridad en instalaciones militares, elevando el delito por encima del tradicional cargo civil de entrada irregular al país.
El aumento de la participación del Ejército en la gestión migratoria ha sido una constante desde el regreso de Trump al poder. El Pentágono ha desplegado miles de soldados en la frontera sur y ha utilizado aviones militares para trasladar migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo, en Cuba.
La estrategia ha tenido un impacto directo en las cifras de detenciones. En febrero de este año, las autoridades fronterizas reportaron menos de 30 mil arrestos por cruces irregulares, frente a los más de 124 mil registrados en diciembre de 2024, cuando aún gobernaba el expresidente Joe Biden.
Grupos de derechos humanos y legisladores demócratas han advertido que la creciente militarización de la frontera representa una amenaza para los derechos de los migrantes y para el carácter civil de la gestión migratoria en Estados Unidos. Sin embargo, la Casa Blanca insiste en que se trata de medidas necesarias para “restaurar el orden” y proteger la soberanía del país.