Papa León XIV llama a defender la dignidad de los migrantes y reducir desigualdades globales
En su primer discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa León XIV lanzó un contundente llamado a favor de los migrantes, la justicia social y la reconstrucción de sociedades más equitativas y pacíficas, al advertir sobre las consecuencias de la desigualdad, la fragmentación social y las condiciones laborales indignas.
Ante representantes de los 184 países con los que el Vaticano mantiene relaciones diplomáticas, el pontífice aseguró que la dignidad de cada persona “es siempre la misma, la de una criatura querida y amada por Dios”, sin importar si se trata de un ciudadano o un inmigrante, una persona con empleo o desempleada, sana o enferma.
“En el cambio de época que estamos viviendo, la Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios e injusticias”, dijo León XIV, el primer papa estadounidense de la historia.
El pontífice, nacido Robert Francis Prevost, denunció las desigualdades globales que separan a los continentes, a los países y también a las sociedades internamente. Subrayó que estas brechas generan entornos que favorecen la conflictividad y socavan la cohesión social.
León XIV instó a los líderes con responsabilidad de gobierno a construir “sociedades civiles armónicas y pacíficas”, lo cual —dijo— se logra invirtiendo en la familia y en la protección de los más vulnerables: desde los niños por nacer hasta los ancianos, pasando por los desempleados, enfermos y migrantes.
“Nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona”, subrayó el papa, quien recordó que su propia historia personal es la de un descendiente de migrantes que ha vivido en América del Norte, América del Sur y Europa.
En un momento especialmente simbólico, León XIV evocó su pasado como cardenal, cuando criticó abiertamente en redes sociales la política antiinmigrante del expresidente estadounidense Donald Trump.
Durante el encuentro con diplomáticos, el papa también hizo un llamado a revitalizar la diplomacia multilateral y a fortalecer las instituciones internacionales concebidas para resolver controversias y promover la paz.
En línea con su antecesor, Francisco, León XIV reiteró su rechazo a la carrera armamentista y concluyó:
“Es un tiempo de conversión y de renovación, y sobre todo la ocasión para dejar atrás las contiendas y comenzar un camino nuevo… para construir, trabajando juntos, un mundo en el que cada uno de nosotros pueda realizar su propia humanidad en la verdad, en la justicia y en la paz.”