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Trump podría vender el Tesla que compró en apoyo a Musk tras su ruptura pública

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría considerando deshacerse del Tesla Modelo S rojo que adquirió hace apenas tres meses como muestra de respaldo al empresario Elon Musk, con quien ahora sostiene una agria disputa, según confirmó un funcionario de la Casa Blanca citado por The New York Times y ABC News.

El vehículo eléctrico, símbolo de lo que alguna vez fue una alianza entre el mandatario republicano y el CEO de Tesla, permanece estacionado en el área privada de la Casa Blanca, y Trump podría venderlo o incluso regalarlo, detalló la fuente bajo condición de anonimato.

El automóvil fue comprado por Trump en marzo durante un acto público en la residencia presidencial para mostrar su apoyo a Musk, quien entonces enfrentaba críticas y presiones regulatorias por parte de legisladores y activistas medioambientales, además de una caída bursátil en Tesla.

La ruptura
La relación entre ambos magnates —que fue clave durante la campaña de reelección de Trump en 2024— colapsó en las últimas 48 horas tras una serie de ataques cruzados en redes sociales. Trump amenazó con cancelar contratos gubernamentales multimillonarios adjudicados a empresas de Musk, mientras el empresario sudafricano respondió con acusaciones graves, incluyendo que el presidente estaba “ocultando información sobre el caso Jeffrey Epstein”.

En una llamada telefónica con ABC News esta mañana, Trump afirmó que Musk “perdió la cabeza” y que, pese a que el dueño de X (antes Twitter) busca reconciliarse, él no está “particularmente interesado” en hablar con él.

En otra entrevista para CNN, el mandatario señaló que no piensa en Musk y que no retomará contacto con él “en un tiempo”. Fuentes cercanas al presidente dijeron que este viernes se mostró más decepcionado que furioso por la ruptura.

Impacto en Tesla
El conflicto ya tuvo repercusiones económicas. Las acciones de Tesla se desplomaron un 14% tras la disputa pública, aunque este viernes mostraron un leve repunte de cerca del 6% en la apertura de Wall Street.

La pelea inició tras las críticas de Musk al nuevo plan fiscal y presupuestario del gobierno, que según proyecciones incrementaría la deuda pública estadounidense en más de 2 billones de dólares. Musk, quien también dirige el polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), acusó a Trump de “perder la visión original” y de “sabotear la innovación”.

Aunque no se ha oficializado la decisión sobre el destino del Tesla presidencial, este nuevo episodio marca una fractura profunda entre dos de los hombres más influyentes del país.