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Demolición de la Ciudad de las Artes en Tepic desata protestas por construcción de estadio

En Tepic, Nayarit, la demolición de un complejo cultural conocido como la “Ciudad de las Artes” ha generado una ola de indignación entre estudiantes, artistas, docentes y activistas locales, quienes denuncian que el proyecto fue destruido para dar paso a la construcción de un nuevo estadio de béisbol, promovido por autoridades estatales.

El complejo, que albergaba talleres, aulas, una escuela de danza y espacios escénicos, había sido construido con fondos públicos entre 2009 y 2013, pero llevaba varios años en condiciones de abandono. Aun así, era utilizado ocasionalmente por colectivos artísticos, escuelas públicas y agrupaciones independientes. La demolición se realizó durante la madrugada, sin previo aviso a la comunidad usuaria, lo que generó molestia por la forma y el fondo de la decisión.

La protesta se intensificó en los días posteriores, cuando se confirmó que en el mismo predio se iniciaría la construcción de un nuevo estadio de béisbol con inversión federal y estatal. El gobierno de Nayarit argumentó que el proyecto traerá empleo, turismo y desarrollo urbano, además de consolidar la infraestructura deportiva del estado. Sin embargo, para los inconformes, se trata de un nuevo caso de “destrucción cultural para beneficio político”.

Manifestaciones se realizaron frente al Congreso del Estado y en la explanada del Palacio de Gobierno, con pancartas que decían “menos estadios, más cultura” y “la memoria no se derrumba”. Estudiantes de artes escénicas y visuales han solicitado audiencia con el gobernador, mientras que arquitectos y urbanistas locales han señalado que el nuevo proyecto carece de consulta pública y evaluación de impacto social.

Organizaciones culturales a nivel nacional también han expresado preocupación por el precedente que puede sentar la decisión, en un contexto donde varios espacios públicos han sido reconfigurados para otros fines. El Instituto Nacional de Bellas Artes aún no ha emitido una postura, pero se espera que evalúe si parte del conjunto demolido tenía valor arquitectónico o patrimonial.

En redes sociales, las imágenes del terreno vacío y los escombros han generado miles de reacciones. La comunidad artística exige no solo transparencia en el nuevo proyecto, sino también la construcción de nuevos espacios culturales que repongan lo perdido. La polémica está lejos de terminar.