Rusia lanza ofensiva masiva contra ucrania en medio de una distracción global
En una de las operaciones más intensas desde el inicio de la invasión, Rusia llevó a cabo un ataque coordinado contra múltiples objetivos en Ucrania utilizando una combinación de misiles balísticos, crucero y drones de ataque. La ofensiva, que se produjo durante la madrugada, afectó infraestructuras militares, centrales eléctricas, depósitos logísticos y zonas urbanas, especialmente en Kiev, Odesa y la región de Leópolis.
El bombardeo ocurre en un momento estratégico, aprovechando que la atención mediática y diplomática internacional está centrada en la creciente tensión entre Israel e Irán. Analistas militares sugieren que Moscú estaría intentando capitalizar el enfoque global sobre Medio Oriente para avanzar posiciones en el frente oriental ucraniano sin recibir la misma presión política y mediática que en ofensivas anteriores.
Según autoridades ucranianas, las fuerzas de defensa aérea lograron interceptar una gran parte de los proyectiles lanzados, pero algunos impactaron directamente en objetivos civiles y provocaron víctimas. Se reportaron daños severos en hospitales, subestaciones eléctricas y edificios residenciales, además de interrupciones en los servicios de transporte ferroviario y energía en varias ciudades. Equipos de rescate trabajaron durante horas para evacuar a la población afectada y atender a los heridos.
La magnitud del ataque es vista como un intento por parte del Kremlin de debilitar la capacidad logística y moral de Ucrania, justo cuando este país se prepara para recibir una nueva fase de asistencia militar por parte de sus aliados occidentales. Paralelamente, Rusia también intensificó su presencia militar en regiones ocupadas y ha movilizado unidades adicionales cerca de la frontera oriental.
Por su parte, el gobierno ucraniano acusó a Moscú de utilizar armamento prohibido, incluyendo municiones de racimo, y volvió a exigir a la comunidad internacional que no desvíe su atención del conflicto en Europa del Este. El presidente ucraniano sostuvo que los ataques demuestran la necesidad urgente de mantener el suministro constante de defensas antiaéreas, sistemas de interceptación avanzada y apoyo financiero sostenido.
En los círculos diplomáticos, el bombardeo masivo ha sido interpretado como una señal de que Rusia no tiene intenciones de ceder en el corto plazo y que buscará aprovechar cualquier distracción global para avanzar en el terreno. Varios gobiernos europeos han renovado sus llamados a la unidad occidental frente a lo que describen como un intento de desestabilización prolongada del continente.
Mientras tanto, los habitantes de las principales ciudades ucranianas vuelven a adaptarse al estado de alerta constante, con refugios repletos y sirenas que suenan a diario. La guerra, que ya ha dejado miles de muertos y millones de desplazados, sigue su curso con una intensidad que parece no disminuir, y con consecuencias que resuenan mucho más allá del campo de batalla.