Gobierno prepara reestructura integral de Pemex para combatir el robo de combustibles
La administración federal trabaja en un plan estratégico para la reestructura profunda de Petróleos Mexicanos (Pemex), con un enfoque prioritario en la lucha contra el robo de combustibles, conocido como huachicol, que sigue representando una de las principales amenazas para la industria energética nacional.
El robo de combustible ha causado pérdidas económicas estimadas en cerca de mil millones de dólares durante 2024, afectando la rentabilidad y operación segura de la empresa estatal. Además, ha impactado la distribución de combustibles en varias regiones, generando desabasto y problemas logísticos.
El plan de reestructura, que será presentado oficialmente a finales de este mes, incluye la modernización de procesos, fortalecimiento de la vigilancia en ductos y terminales, así como la implementación de nuevas tecnologías para la detección y prevención de tomas clandestinas. También contempla la coordinación más estrecha con fuerzas de seguridad federales y estatales para intensificar operativos conjuntos.
Asimismo, se plantea una reorganización administrativa interna que optimice recursos y mejore la transparencia en la gestión, con el fin de cerrar espacios que facilitan prácticas ilícitas dentro y fuera de la empresa.
El gobierno ha reiterado su compromiso para erradicar el huachicol, que además de pérdidas económicas, representa un riesgo para la seguridad pública debido a explosiones y accidentes relacionados con las tomas ilegales.
Especialistas en energía señalan que esta reestructura es crucial para garantizar la viabilidad a largo plazo de Pemex y para avanzar hacia un modelo más eficiente y seguro, que pueda responder a las demandas del mercado y contribuir a la soberanía energética del país.
Con esta iniciativa, la administración busca fortalecer una de las principales empresas del sector público y proteger un recurso estratégico, que es vital para la economía y la seguridad energética nacional.