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Droga zombie expande su uso en México y provoca alarma sanitaria

Autoridades de salud en México han emitido alertas por la presencia cada vez más frecuente de xilacina, conocida como la “droga zombie”, en muestras de heroína y fentanilo detectadas en ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali. Este sedante de uso veterinario no aprobado para consumo humano está siendo mezclado con opioides para potenciar sus efectos psicoactivos, lo que ha generado alarma por sus graves consecuencias sanitarias.

En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Psiquiatría y la Comisión de Salud Mental y Adicciones, se analizaron alrededor de 300 muestras de residuos de drogas y se encontró xilacina en 35 casos de heroína mezclada con fentanilo y 26 casos de fentanilo puro. Este hallazgo fue descrito por investigadores como una sorpresa, y evidencia la creciente sofisticación de los cárteles al añadir compuestos más baratos y potentes a los opioides.

El principal riesgo radica en que la xilacina un depresor del sistema nervioso central cincuenta veces más potente que la morfina no responde al tratamiento convencional con naloxona, utilizado para revertir sobredosis de opioides. Además, su consumo puede generar letargia extrema, confusión mental, paro respiratorio, arritmias cardiacas y heridas cutáneas graves por necrosis en los sitios de inyección.

Aunque hasta ahora no se han documentado intoxicaciones masivas, las autoridades de Baja California han reforzado la vigilancia y emitido protocolos para que personal médico y primeros respondientes detecten los síntomas de intoxicación con xilacina. También han exhortado a la población en riesgo a extremar precauciones y a buscar ayuda inmediata ante cualquier signo de sobredosis.

Este fenómeno representa un nuevo desafío para la salud pública, ya que amplía la crisis de opioides tradicional en la región. La mezcla de fentanilo y xilacina no solo dificulta el tratamiento de emergencia, sino que también aumenta la potencia y la peligrosidad de las drogas circulantes, generando condiciones adversas para los consumidores y complejizando el combate contra los cárteles.