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EE. UU. impondrá una nueva tarifa de 250 dólares a visas de no inmigrantes

En una nueva medida aprobada por el presidente Donald Trump, Estados Unidos impondrá una tarifa adicional de al menos 250 dólares a los extranjeros que ingresen al país con una visa de no inmigrante, como turistas, viajeros de negocios o estudiantes internacionales. Esta nueva tarifa, conocida como la “tarifa de integridad de visa”, se aplicará además de los costos ya establecidos para la emisión de visas.

La tarifa fue incluida en la ley presupuestaria de 2025, firmada por Trump el 4 de julio, y se prevé que afectará a un número significativo de personas, ya que en 2024, Estados Unidos emitió casi 11 millones de visas de no inmigrante, según cifras del Departamento de Estado.

Objetivo de la nueva tarifa
El gobierno estadounidense justificó esta nueva tarifa como un mecanismo para apoyar sus políticas migratorias. Según un portavoz del Departamento de Estado, el cobro de la tarifa busca financiar las prioridades del presidente Trump en cuanto a control migratorio y refuerzo de la seguridad nacional. Además, se estableció que la tarifa podrá ser ajustada anualmente según la inflación, lo que permitirá a las autoridades mantener la medida alineada con las condiciones económicas.

“La tarifa está diseñada para respaldar las iniciativas del gobierno en materia de migración y seguridad, al tiempo que ayuda a reducir el déficit federal”, explicó el portavoz en una entrevista con CNN.

Reembolso para quienes cumplan con los requisitos
A pesar del aumento en los costos, los viajeros que cumplan con los requisitos de su visa y salgan de Estados Unidos de acuerdo con las normativas podrán optar por un reembolso del monto de la tarifa. Esto proporcionaría un alivio parcial para quienes logren ajustarse a los términos establecidos durante su estancia en el país.

Impacto en el déficit federal
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que la nueva tarifa podría generar ingresos significativos para el gobierno, ayudando a reducir el déficit federal en hasta 28 mil 900 millones de dólares durante los próximos diez años.

Implicaciones adicionales para solicitantes de asilo
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) también tendrá la autoridad para ajustar esta tarifa en el futuro, y la nueva disposición afecta no solo a las visas de no inmigrantes, sino también a otras solicitudes migratorias. Por primera vez, los solicitantes de asilo deberán pagar una tarifa adicional de 100 dólares cada año que su solicitud permanezca pendiente de resolución. Además, se les cobrará una tarifa inicial de 100 dólares para presentar la solicitud de asilo.

Rechazo de grupos pro derechos migratorios
Esta medida ha sido fuertemente criticada por diversas organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes, como el Consejo Americano de Inmigración (AIC). En un comunicado, el AIC advirtió que las nuevas tarifas “elevadas” dificultarán el acceso a servicios migratorios esenciales, especialmente para aquellos que no pueden permitirse estos pagos adicionales.

“Estas tarifas no solo son onerosas, sino que excluyen a personas de bajos recursos, limitando su capacidad para acceder a servicios vitales,” indicó la organización.

Sin exenciones para personas de bajos recursos
Además de la tarifa de integridad de visa, la nueva legislación no contempla exenciones para personas de bajos recursos, lo que ha generado preocupación entre aquellos que dependen de la visa para viajar por motivos educativos o de negocios, pero que ahora podrían verse obligados a hacer frente a costos adicionales que muchos no pueden afrontar.

El aumento de tarifas migratorias es solo una de las medidas contenidas en la nueva ley, que busca fortalecer el control migratorio y recaudar fondos para la seguridad nacional, pero también plantea interrogantes sobre su impacto en la accesibilidad y equidad del sistema migratorio estadounidense.