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Científicos revierten la resistencia a antibióticos en bacterias hospitalarias

En un avance significativo para la medicina moderna, un grupo internacional de investigadores anunció el desarrollo de una estrategia capaz de revertir la resistencia a antibióticos en bacterias patógenas comunes en entornos hospitalarios. Este descubrimiento representa una esperanza ante la creciente amenaza de las “superbacterias”, microorganismos que han evolucionado para resistir la mayoría de los antibióticos conocidos.

El estudio, realizado en laboratorios de bioingeniería genética durante las últimas semanas, logró identificar y desactivar genes específicos que otorgan resistencia a las bacterias Klebsiella pneumoniae y Escherichia coli, ambas responsables de infecciones urinarias, respiratorias y septicemias que afectan principalmente a pacientes hospitalizados.

La clave del avance estuvo en el uso de moléculas capaces de interferir con los mecanismos que las bacterias usan para expulsar los antibióticos de su interior. Estas bombas de expulsión —llamadas efflux pumps— se habían vuelto cada vez más eficientes, volviendo inútiles tratamientos comunes como la cefalosporina o la carbapenémica. Al bloquear este sistema de defensa bacteriana, los antibióticos volvieron a ser efectivos en más del 90% de las muestras tratadas en laboratorio.

Además, se utilizaron herramientas de edición genética para silenciar los genes conocidos como bla-KPC y mcr-1, relacionados con la resistencia a antibióticos de amplio espectro. Las pruebas se realizaron en cultivos bacterianos aislados de hospitales en Europa y América Latina, incluyendo México, donde la resistencia microbiana ha aumentado alarmantemente en la última década.

Los científicos también observaron que el tratamiento no afectaba a las bacterias beneficiosas del microbioma humano, reduciendo el riesgo de desequilibrios intestinales u otros efectos secundarios.

Este avance se considera un hito en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, una crisis de salud global que, según estimaciones recientes, podría causar más muertes anuales que el cáncer en las próximas décadas si no se controla.

A pesar de los resultados prometedores, los investigadores advierten que el uso de estos inhibidores genéticos aún debe ser probado en humanos. Actualmente, se están planificando ensayos clínicos en hospitales de alta especialidad en Europa y Asia.

La comunidad médica internacional celebra este paso como uno de los avances más relevantes del año en microbiología aplicada, y llama a reforzar la vigilancia del uso de antibióticos tanto en humanos como en la industria ganadera, para evitar que el fenómeno de la resistencia continúe avanzando.