Primer caso del gusano barrenador en EE. UU.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmó el primer caso humano de gusano barrenador del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax) en décadas. El paciente, un residente de Maryland, fue diagnosticado después de un viaje a Guatemala. Esta confirmación ha generado preocupación en las autoridades de salud pública y en el sector ganadero.
El paciente fue tratado en Maryland, donde los médicos removieron manualmente docenas de larvas de sus heridas y desinfectaron exhaustivamente la zona afectada. Afortunadamente, el caso fue tratado y se considera controlado.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador es la larva de una mosca que se introduce en las heridas abiertas de animales de sangre caliente, incluidos los humanos. Una vez dentro, se alimenta del tejido vivo circundante, causando daños severos. Su nombre en inglés, screwworm, hace referencia a la forma en espiral de las larvas, que les permite perforar la piel como si fueran tornillos.
Si bien los casos en humanos son raros, las infestaciones no tratadas pueden ser mortales, especialmente en el ganado, donde pueden matar a un animal en cuestión de semanas.
Impacto en la ganadería y respuesta de las autoridades
La detección de este caso ha encendido las alarmas, pues el impacto en la industria ganadera estadounidense podría ser significativo si el parásito se propaga. La industria ya está bajo presión debido al menor número de cabezas de ganado en 70 años.
La veterinaria estatal de Dakota del Sur, Beth Thompson, ha expresado su frustración con los CDC por la falta de transparencia inicial, ya que la información no se comunicó de forma clara a las autoridades locales de salud animal.
El parásito ha estado avanzando desde Centroamérica y el sur de México desde 2023. En julio, México confirmó un brote en Veracruz, lo que llevó al cierre inmediato de puertos ganaderos por parte del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). En respuesta, el gobierno mexicano ha iniciado la construcción de una planta de $51 millones para combatir el parásito.
Este caso pone de manifiesto la importancia de la coordinación internacional y la vigilancia epidemiológica para prevenir la propagación de enfermedades que pueden afectar tanto a la salud humana como a la economía.