Ordenan a Kiamy desalojar plantel
La Secretaría de Educación y Cultura ordenó al empresario Francisco S. Kiamy abandonar el edificio público de la primaria Francisco Villa, que había sido utilizado como sede temporal de su academia de inglés.
En una reunión celebrada ayer lunes, en la que participaron representantes de la delegación de zonas escolares de la SEC y personal de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, el empresario solicitó dos meses más de prórroga para continuar en el plantel ubicado en avenida 9 y calle 10, en el centro de Guaymas.
Argumentó que la SIDUR no ha concluido la obra del canal en la privada Kiamy, donde se encontraba la sede de su academia, demolida para su reconstrucción.
Sin embargo, en la misma reunión, la directora de la escuela Francisco Villa le reprochó haber ingresado de manera violenta a las instalaciones cuando ya se le había indicado que no podía seguir usándolas.
El señalamiento fue respaldado por la sociedad de madres y padres de familia, que entregaron un escrito de inconformidad donde subrayan que el plantel público no debe ser utilizado por particulares.
De acuerdo con los antecedentes, Kiamy tenía autorización para emplear la primaria como sede temporal únicamente hasta el 29 de julio.
Posteriormente pidió una extensión hasta el 3 de agosto, pero una vez vencido ese plazo continuó con sus actividades privadas dentro del edificio, lo que obligó a cambiar candados para evitar su acceso.
Aun así, la semana pasada el empresario ingresó nuevamente por la fuerza, lo que provocó la molestia del personal docente y de los padres de familia que exigieron respeto al espacio escolar.
Durante la reunión, representantes de la SIDUR señalaron que buscarían otra opción para que la academia de inglés pudiera operar, pero dejaron en claro que en definitiva no se permitirá que la primaria Francisco Villa siga siendo utilizada con fines particulares.
Con este acuerdo, la SEC ratificó que el inmueble debe regresar a su uso exclusivo como escuela pública y que no se avalarán nuevas prórrogas a un particular para la ocupación de las instalaciones.
La decisión fue bien recibida por los padres de familia, quienes recalcaron que los edificios escolares son propiedad del pueblo y deben destinarse únicamente al servicio educativo de los niños y niñas de la comunidad.