Exposición constante a las olas de calor acelera el envejecimiento
Investigaciones recientes advierten que la exposición continua a olas de calor intensas no solo afecta la salud inmediata de las personas sino que también acelera procesos biológicos relacionados con el envejecimiento
Los científicos señalan que las altas temperaturas prolongadas generan un aumento del estrés oxidativo en las células lo que provoca un daño acumulativo en el ADN y en las proteínas esenciales para el funcionamiento del organismo este efecto reduce la capacidad de reparación del cuerpo y favorece la aparición temprana de enfermedades crónicas asociadas con la edad
Además el calor extremo altera el equilibrio del sistema cardiovascular y obliga al organismo a un esfuerzo constante para mantener su temperatura interna lo que incrementa el desgaste de órganos vitales como el corazón y los riñones al mismo tiempo la deshidratación recurrente debilita tejidos y acelera el deterioro físico
Las consecuencias también alcanzan al sistema nervioso ya que la exposición repetida a ambientes calurosos afecta la memoria la concentración y el estado de ánimo lo que acelera el deterioro cognitivo con el paso del tiempo
Este fenómeno adquiere especial relevancia en un contexto de cambio climático donde las olas de calor son cada vez más frecuentes y prolongadas los especialistas insisten en la importancia de crear estrategias de adaptación que protejan la salud y reduzcan los efectos a largo plazo en la población