Internacional

Veterano de los Marines acusado de tiroteo frente a restaurante en Carolina del Norte

Un veterano retirado del Cuerpo de Marines de Estados Unidos fue acusado formalmente este lunes por su presunta responsabilidad en un tiroteo ocurrido el pasado 27 de septiembre frente al restaurante American Fish Company, en Southport, Carolina del Norte, que dejó un saldo de tres personas muertas y cinco heridas.

El sospechoso, identificado como Nigel Max Edge, de 40 años, compareció este lunes por videoconferencia ante una corte distrital. El juez Scott Ussery ordenó su detención sin derecho a fianza y asignó a la Oficina del Defensor Público para que se encargue de su defensa. Edge no presentó declaración y su próxima audiencia fue programada para el 13 de octubre.

Según las autoridades, el ataque fue calificado como “altamente premeditado”. Edge habría disparado desde una lancha estacionada frente al popular restaurante costero. Fue arrestado por elementos de la Guardia Costera aproximadamente 30 minutos después del tiroteo, mientras intentaba retirar su embarcación en Oak Island.

Los fiscales señalaron durante la audiencia que no descartan solicitar la pena de muerte para el acusado.

Edge sirvió en el Cuerpo de Marines entre 2003 y 2009, con dos despliegues en Irak, y fue condecorado con varias medallas, incluyendo el Corazón Púrpura. Tras su retiro, fue diagnosticado con trastorno de estrés postraumático (TEPT), una condición que, según especialistas, sigue siendo insuficientemente tratada en muchos casos de veteranos de combate.

El tiroteo de Southport ocurrió el mismo fin de semana en que otro exmarine —también con experiencia en Irak— llevó a cabo un ataque similar en el estado de Michigan, reavivando el debate sobre el impacto del TEPT, la salud mental de exmilitares y el acceso a armas de fuego por parte de personas con antecedentes de servicio en zonas de conflicto.

Hasta el momento, las autoridades no han divulgado las identidades de las víctimas, pero se informó que entre los heridos hay dos turistas, un empleado del restaurante y un residente local.

El caso ha generado conmoción en la comunidad de Southport, una ciudad turística conocida por su tranquilidad y su popular paseo marítimo.