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Isaac del Toro, primer mexicano en el top 5 del ciclismo mundial

Apenas el año pasado Isaac del Toro debutó como profesional y ya logró lo que ningún otro mexicano en el ciclismo internacional. El joven de 21 años nacido en Ensenada, Baja California, ya está instalado entre los mejores cinco pedalistas del mundo, a unos peldaños de nombres que producen escalofríos sólo de mencionarlos.

Después de la tremenda demostración de Isaac en el Mundial de Ciclismo de Ruanda, en donde quedó en quinto lugar en la prueba contrarreloj y séptimo en la de ruta, se instaló en el cuarto puesto de la clasificación de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

El apellido Del Toro destella como una anomalía bajo los nombres de los daneses Mads Pedersen (3) y Jonas Vingeegard (2). En la cima, el esloveno que parece destinado a convertirse en leyenda, Tadej Pogacar. Que Isaac esté junto a ellos es una rareza sobre todo para alguien que proviene de un país en donde el ciclismo nunca ha sido potencia.

El pasado domingo, durante el Mundial de Ruanda, Del Toro hizo mancuerna precisamente con el esloveno, Tadej Pogacar, ese Dr. Jekyll que se transforma en Mr. Hyde apenas se monta en el sillín. Juntos, como una pareja suicida, se lanzaron en fuga cuando faltaban cien kilómetros del trazado de 267.5 de la prueba de ruta más difícil en la historia de esas competencias.

El mexicano no resistió el rimo del mejor ciclista del mundo, pero logró escaparse a su lado como ninguno más pudo. Lo hicieron ademas en un momento desquiciado, demasiado temprano en la carrera y justo en el muro de Kigali, una cuesta que hizo que los demás competidores se quedaran lastrados por la gravedad que combatían sus piernas.

“Isaac se arriesgó y lo intentó”, resume Raúl Alcalá, uno de los pocos ciclistas mexicanos que resplandecieron en las grandes carreras europeas. El regiomontano ganó dos etapas en ediciones diferentes del Tour de Francia.

“Tal vez se arriesgó demasiado pronto, porque faltaban cien kilómetros. Puede ser que haya sido producto de su inexperiencia, porque en esas pruebas de Mundial las piernas se van minando y hay que ser muy cauto con los ataques, porque al final te pasa factura y te quedas sin potencia”, dijo Alcalá, quien en 1989 llegó terminó en el sitio 12 del Mundial de 1989.

Aún así, Alcalá destaca que fue una exhibición de gran clase la que ofreció Del Toro. Para el ex pedalista regiomontano, lo que le espera al de Ensenada es un futuro con grandes resultados.

“Del Toro nos ha acostumbrado a verlo ganar y a ofrecer grandes carreras, lo que está logrando para el ciclismo mexicano es una proeza”, finaliza Alcalá.