La leyenda del baloncesto, Michael Jordan, copropietario del equipo de carreras 23XI Racing, compareció este lunes ante un tribunal federal en Carolina del Norte, marcando el inicio formal del juicio en la histórica demanda antimonopolio interpuesta contra NASCAR.
El juicio, que ha acaparado la atención tanto en el mundo deportivo como en el empresarial, busca desafiar la estructura de poder de NASCAR, la cual, según los demandantes, opera bajo un monopolio que sofoca la competencia y beneficia injustamente a la organización a expensas de los equipos.
Los Puntos Clave de la Demanda
La demanda, presentada por 23XI Racing (propiedad de Jordan y Denny Hamlin) en conjunto con Front Row Motorsports, se centra en el control total que ejerce NASCAR, particularmente a través de:
El Sistema de ‘Charters’ (Franquicias): Los demandantes alegan que NASCAR ha monopolizado la gestión de estos estatutos, esenciales para garantizar la participación en las carreras y la distribución de ingresos, imponiendo condiciones desfavorables y restrictivas a los equipos, lo que limita su capacidad de crecimiento e inversión.
Distribución de Ingresos Televisivos: Uno de los mayores conflictos radica en la repartición de los lucrativos derechos de broadcasting. Actualmente, los equipos reciben solo el 25% de los ingresos, mientras que los circuitos obtienen el 65% y NASCAR el 10% restante. Jordan y sus socios argumentan que este esquema es profundamente desigual y no permite a los equipos competir en igualdad de condiciones.
Control de la Familia France: La demanda acusa a la organización y a su director ejecutivo, Jim France, de ejercer un control anticompetitivo que los enriquece a costa de los dueños de equipos, pilotos, patrocinadores y aficionados.
“Una forma injusta”: La Postura de Jordan
A su llegada al Distrito Oeste de Carolina del Norte, la figura de Jordan se convirtió en el rostro de la protesta contra el statu quo de la competencia automovilística.
“Me encanta el deporte de las carreras y la pasión de nuestros fanáticos, pero la forma en que se maneja la NASCAR es injusta para los equipos, los pilotos, los patrocinadores y los fanáticos”, ha expresado Jordan en comunicados anteriores.
Este litigio podría sentar un precedente radical. Si el tribunal falla a favor de los equipos, el modelo económico y la estructura de gobernanza de NASCAR podrían verse transformados por completo, abriendo la puerta a una mayor participación en los ingresos y más libertad operativa para las escuderías.
NASCAR, por su parte, ha defendido la legalidad de su sistema de charters y ha presentado una contrademanda, llegando a acusar a los equipos de Michael Jordan de formar un “cártel ilegal” en sus negociaciones. El juicio ha comenzado con la selección del jurado y se espera que el proceso legal sea largo y de gran impacto.
