La selección de Sudáfrica confirmó su buen momento futbolístico al asegurar su clasificación a los octavos de final de la Copa Africana de Naciones 2025, un logro que resuena con fuerza en territorio mexicano debido a que ambos combinados inaugurarán el Grupo A del Mundial 2026. El equipo dirigido por Hugo Broos alcanzó esta instancia tras finalizar como sublíder del Grupo B, acumulando seis puntos fundamentales que ratifican el crecimiento de una generación de futbolistas que combina la experiencia en la liga local con el roce internacional de sus figuras en Europa.
El camino hacia la siguiente ronda se consolidó con una victoria decisiva de tres por dos sobre Zimbabue en un encuentro que puso a prueba la capacidad de reacción del conjunto sudafricano. Goles de Tshepang Moremi y Lyle Foster permitieron al equipo manejar los tiempos del partido, aunque la paridad llegó en momentos de tensión tras un desafortunado autogol. Finalmente, la jerarquía de los Bafana Bafana se impuso en el tramo final gracias a la ejecución precisa de un penal por parte de Oswin Appollis, desatando la euforia de los aficionados en Marrakech y enviando un mensaje de competitividad al resto del continente.
Para la Selección Mexicana, este desempeño representa una señal de alerta temprana, ya que Sudáfrica llegará al Estadio Azteca en junio de 2026 con un ritmo de competencia oficial muy elevado. La solidez defensiva comandada por el portero Ronwen Williams y la verticalidad de su ataque han sido las claves de un equipo que supo reponerse de una derrota inicial ante Egipto para terminar la fase de grupos con una nota alta. Con este resultado, el cuerpo técnico de Javier Aguirre tendrá material actualizado para analizar las variantes tácticas de un rival que ha demostrado saber sufrir y ganar en torneos de eliminación directa.
Tras este avance, Sudáfrica se prepara para enfrentar su siguiente desafío en las rondas definitivas de la Copa Africana, donde buscará igualar o superar el tercer puesto obtenido en la edición anterior. Mientras tanto, el entorno del fútbol mexicano observa con detenimiento la evolución de su primer rival mundialista, entendiendo que el equipo africano llegará a la cita de 2026 en uno de sus mejores momentos deportivos de la última década, respaldado por una estructura sólida y una delantera que no perdona errores.
