Abogados de Jeanette Vizguerra denuncian errores legales en su detención y violación al debido proceso
Organizaciones comunitarias de Colorado denunciaron este martes la detención de la activista Jeanette Vizguerra, quien durante años permaneció refugiada en iglesias de Denver para evitar su deportación. Su arresto ha reavivado el debate sobre los santuarios de migrantes en Estados Unidos.
Según familiares y allegados, la deportación de Vizguerra podría concretarse en los próximos días.
El Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC), una organización sin fines de lucro que defiende los derechos de los inmigrantes, informó en un comunicado que Vizguerra fue arrestada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el lunes por la noche y trasladada al centro de detención GEO, en Aurora, al este de Denver.
Este martes, sus abogados presentaron un recurso de habeas corpus ante un tribunal federal, argumentando que la detención fue ilegal. La familia de la activista calificó su arresto como “una violación al debido proceso” y aseguró que continuará luchando por su liberación.
Mientras tanto, miembros de la comunidad han recaudado más de 20 mil dólares a través de una campaña en línea iniciada por Luna Báez, hija de Vizguerra. Según Báez, su madre fue arrestada por agentes de ICE en las afueras de su lugar de trabajo, una tienda Target.
“Mi madre ha luchado incansablemente por su comunidad y es momento de que todos nos unamos para apoyarla, como ella lo ha hecho con nosotros”, declaró Báez.
Un símbolo de la lucha migrante
Jeanette Vizguerra llegó a Estados Unidos en 1997 junto a su esposo y su hija mayor, sin la documentación requerida, tras recibir amenazas contra la vida de su esposo en México. En 2009, se ordenó su deportación tras una infracción de tránsito, pero interpuso varias apelaciones.
En 2012, viajó a México para el funeral de su madre, aunque su caso migratorio aún no se había resuelto. Al regresar en abril de 2013, fue detenida en la frontera y dos meses después se declaró culpable de ingreso no autorizado al país. Su deportación fue ordenada, pero postergada hasta 2017. Para evitar ser expulsada, se refugió en una iglesia de Denver, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por los derechos de los inmigrantes.
Ese mismo año, la revista Time la incluyó en su lista de las “100 personas más influyentes del mundo”.
En 2019, las autoridades migratorias rechazaron una nueva solicitud para cancelar su deportación. Gracias a la intervención de congresistas de Colorado, obtuvo una protección temporal, que expiró en 2020.
Irregularidades en la detención
Los abogados de Vizguerra afirman que existieron “graves errores legales” en la detención y es posible que “se estuvieran violando los derechos al debido proceso”, como el no permitirle comunicarse con su familia.
Los senadores por Colorado, John Hickenlooper y Michael Bennett, junto con el alcalde de Denver, Mike Johnston, están realizando gestiones a favor de Vizguerra.
Mientras tanto, esta mañana decenas de personas se manifestaron frente al centro de detención donde se encuentra la activista, exigiendo su liberación.