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Alcatraz: de temida prisión federal a destino turístico con visitas interactivas

La icónica isla de Alcatraz, antigua prisión federal de máxima seguridad cerrada en 1963, se ha consolidado como uno de los atractivos turísticos más visitados de la bahía de San Francisco, ofreciendo tours guiados y experiencias interactivas que permiten a los visitantes adentrarse en su convulsa historia.

Recorrido guiado por los pabellones
La visita comienza en el muelle principal, donde un guía especializado contextualiza la transformación de Alcatraz: de fortaleza naval en la década de 1850 a penal federal en 1934, concebido para confinar a los reclusos “más peligrosos” —entre ellos figuras como Al Capone, George “Machine Gun” Kelly y Robert Stroud, el “Hombre pájaro de Alcatraz”— hasta su cierre el 21 de marzo de 1963.

Durante el recorrido a pie, se recorren las celdas originales, la cocina, la lavandería y los patios de recreo. A través de audio-guías multilingües, los visitantes escuchan testimonios de ex­guardias y antiguos internos que relatan los 14 intentos de fuga, incluida la famosa huida de Frank Morris y los hermanos Anglin en junio de 1962, y la Batalla de Alcatraz de 1946.

Experiencias interactivas y realidad aumentada
Para profundizar en el contexto penitenciario, el centro de visitantes ofrece estaciones interactivas con pantallas táctiles y simuladores de “planificación de fuga”, donde el público puede intentar diseñar su propia ruta de escape, respetando las limitaciones del terreno rocoso y las frías corrientes de la bahía.

Además, recorridos especiales de realidad aumentada (AR) permiten ver, a través de dispositivos móviles, reconstrucciones 3D de escenas históricas: desde la vida diaria en las celdas superpobladas hasta la ocupación de 1969 por activistas nativo­americanos, un acontecimiento que marcó el fin de su uso penitenciario y el inicio de su preservación como parte del Golden Gate National Recreation Area.

Charlas y talleres temáticos
Cada día, Alcatraz programa charlas con historiadores y talleres para familias, donde los asistentes aprenden sobre la figura de Ignaz Semmelweis, cuya vinculación con Alcatraz radica en la importancia de la higiene —recordando que la alta mortalidad en prisiones como esta impulsó reformas sanitarias—, y sobre los métodos de seguridad penitenciaria de la época.

Para los más interesados, hay visitas nocturnas especiales, con luces tenues y narraciones dramatizadas que recrean el ambiente de la prisión en sus noches más temidas.

Conservación y futuro
El Servicio de Parques Nacionales continúa inversiones para restaurar muros y celdas, garantizar la seguridad de las estructuras y mejorar la accesibilidad. En la temporada alta, Alcatraz recibe hasta 2 500 visitantes diarios, quienes descubren no solo un penal legendario, sino también un espacio vivo de memoria histórica y aprendizaje interactivo.

Con estas propuestas, Alcatraz trasciende su pasado oscuro para convertirse en un museo al aire libre, donde la tecnología y la narración histórica confluyen para ofrecer una lección única sobre seguridad, justicia y resiliencia humana.