Vapor emana de las torres de enfriamiento de la planta de energía nuclear Grohnde, cerca de Grohnde, Alemania, el miércoles 29 de diciembre de 2021. (Julian Stratenschulte/dpa vía AP)
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Alemania anuncia el cierre definitivo de todas sus plantas nucleares

El gobierno alemán confirmó oficialmente el cierre definitivo de sus últimas centrales nucleares, una decisión que marca un hito en la política energética del país y reafirma el compromiso con la transición hacia fuentes de energía renovables. Esta medida, largamente debatida y esperada, ha generado un intenso debate sobre la seguridad del suministro energético y el impacto económico para la nación y Europa.

Alemania ha sido durante décadas uno de los países líderes en energía nuclear en Europa, con una red de plantas que abastecían una parte significativa del consumo eléctrico nacional. Sin embargo, tras el accidente de Fukushima en Japón en 2011, el país inició un proceso gradual de desmantelamiento de sus instalaciones nucleares, priorizando la inversión en energías limpias como la solar, eólica e hidroeléctrica.

El anuncio del cierre definitivo llega en un momento en que Europa enfrenta desafíos sin precedentes en materia energética, derivados en parte de las tensiones geopolíticas con Rusia, principal proveedor de gas natural para el continente. Esta coyuntura ha puesto en duda la capacidad de Alemania para satisfacer la demanda interna sin recurrir a fuentes fósiles como el carbón o el gas, lo que podría contradecir sus objetivos climáticos.

Críticos de la medida advierten que la desactivación de las plantas nucleares podría incrementar la dependencia de combustibles fósiles a corto y mediano plazo, aumentando las emisiones de carbono y dificultando el cumplimiento de los compromisos ambientales. Asimismo, se señala que la infraestructura de energías renovables todavía no está lo suficientemente desarrollada para cubrir la totalidad del consumo energético en períodos de baja producción, como días nublados o sin viento.

Por otro lado, los defensores del cierre argumentan que la energía nuclear conlleva riesgos considerables relacionados con la gestión de residuos radiactivos y la posibilidad de accidentes, que consideran inaceptables en un país densamente poblado como Alemania. Además, resaltan los avances tecnológicos en renovables y almacenamiento energético que, aseguran, permitirán superar los desafíos actuales.

El gobierno ha anunciado planes para acelerar la expansión de parques eólicos y solares, así como para impulsar proyectos de almacenamiento y redes inteligentes que optimicen la distribución y uso de la energía. También se contempla fortalecer la cooperación energética con países vecinos, para garantizar estabilidad y diversificación del suministro.

En la opinión pública, el cierre nuclear ha generado reacciones divididas. Algunos sectores celebran el paso como un triunfo ambiental y un ejemplo para el mundo, mientras que otros expresan preocupación por el impacto en la economía, especialmente en regiones donde las plantas nucleares eran una fuente importante de empleo y actividad industrial.

Este cierre representa un capítulo clave en la transformación energética alemana, conocida como “Energiewende”, que busca lograr un sistema sostenible, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, el camino por delante sigue siendo complejo, y la balanza entre seguridad energética, competitividad económica y responsabilidad ambiental seguirá siendo objeto de intenso debate en los próximos años.