Alerta en el norte de México por el regreso del gusano barrenador
Autoridades sanitarias mexicanas confirmaron recientemente la presencia del gusano barrenador del Nuevo Mundo en el estado de Nuevo León, específicamente en el municipio de Sabinas Hidalgo. Este hallazgo ha encendido las alarmas en sectores agropecuarios, ya que se trata de una plaga que puede causar daños graves tanto a la ganadería como a la fauna silvestre si no se controla a tiempo.
El gusano barrenador, conocido por su nombre científico Cochliomyia hominivorax, es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente. Una vez que los huevos eclosionan, las larvas invaden los tejidos vivos del huésped, alimentándose de carne y provocando infecciones que, si no se tratan, pueden ser mortales. Este parásito representa un peligro tanto para el ganado como para animales silvestres e incluso humanos en casos excepcionales.
México había logrado erradicar esta plaga décadas atrás gracias a campañas nacionales y a la colaboración con Estados Unidos, utilizando principalmente una técnica biológica conocida como la “liberación de insectos estériles”. En este método, se crían moscas machos en laboratorios, se esterilizan por radiación y se liberan en grandes cantidades. Al no poder producir descendencia, las poblaciones silvestres disminuyen drásticamente con el tiempo. Esta técnica se aplicó con éxito en toda América del Norte y otras regiones.
El nuevo caso detectado en Nuevo León se encuentra a tan solo 113 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, lo que preocupa a autoridades tanto mexicanas como estadounidenses. El hallazgo ha provocado que el personal del sistema de sanidad agropecuaria intensifique la vigilancia en la zona, implementando cercos sanitarios y monitoreando de forma continua a los animales susceptibles.
Se están evaluando las condiciones ambientales, el comportamiento de los brotes y las rutas de posible ingreso de la plaga al país. Una de las hipótesis es que la mosca pudo haber sido transportada inadvertidamente a través del movimiento de ganado, camiones o incluso por el desplazamiento natural de ejemplares desde zonas del sur donde aún no se ha erradicado por completo.
Expertos señalan que, aunque el brote actual parece aislado, es fundamental actuar con rapidez. Si se propaga sin control, el gusano barrenador podría reestablecerse en regiones donde ya había sido eliminado, lo que implicaría un enorme retroceso en las políticas de erradicación y fuertes pérdidas económicas para el sector pecuario.