Alista México plan intersecretarial ante la posible deportación masiva de migrantes desde EE.UU.
El Gobierno de México está preparando un plan intersecretarial para hacer frente a la posible deportación masiva de migrantes mexicanos desde Estados Unidos, en caso de que se concrete la amenaza del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de iniciar un proceso de deportación masiva tras asumir el poder el próximo 20 de enero de 2025. El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, informó este martes sobre los avances en la estrategia, que se discutió en una reunión encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, en la que participaron también los titulares de diversas secretarías clave, como Defensa Nacional, Marina, Bienestar, y Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, así como el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño.
De la Fuente destacó que el plan está diseñado para tomar en cuenta todos los posibles escenarios, y que en su momento será la presidenta Sheinbaum quien dé a conocer los detalles de la estrategia. “La responsabilidad y la obligación del Estado mexicano es con los mexicanos, obviamente. Entonces, ellos son la prioridad y a quienes, en su momento, se les va a recibir como se lo merecen”, explicó el canciller al ser cuestionado sobre si el plan solo atendería a los migrantes mexicanos deportados.
La presidenta Sheinbaum también confirmó que su gobierno se está preparando para recibir a miles de mexicanos que podrían ser deportados de EE. UU. en caso de que las amenazas de Trump se materialicen. “Aun en estos casos, que hubiera una deportación masiva, también nos estamos preparando para darle la bienvenida a México a todas las y los mexicanos que por alguna razón sean deportados desde Estados Unidos. Es nuestra obligación”, señaló en su conferencia matutina.
La mandataria también expresó su intención de dialogar con el futuro presidente estadounidense para abordar el tema. Enfatizó que la relación con EE. UU. va más allá de los 3,000 kilómetros de frontera común, pero subrayó que debe respetarse la soberanía de México, tal como sucedió durante la administración de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y activistas en EE. UU. han expresado su rechazo a los planes de deportación masiva de Trump, alertando sobre las graves repercusiones humanitarias que podrían derivarse de una medida de esta magnitud. Además, un informe de la organización American Immigration Coalition advirtió que la deportación masiva de migrantes podría afectar negativamente la economía de EE. UU., con una posible caída del Producto Interno Bruto (PIB) anual de entre el 4.2% y el 6.8%, lo que equivaldría a pérdidas de entre 1.1 y 1.7 billones de dólares al año.
Este escenario ha generado gran preocupación tanto en México como en los Estados Unidos, ante la incertidumbre sobre el futuro de los migrantes y las implicaciones económicas y sociales de una política tan agresiva.