Ambientalistas exigen frenar grave contaminación que generan granjas porcinas en México

Ambientalistas Exigen Frenar la Contaminación de Granjas Porcinas en Comunidades Mayas de Yucatán

Un grupo de ambientalistas y organizaciones de protección animal y derechos humanos están haciendo un llamado a la comunidad internacional para apoyar el proyecto S.O.S. Yucatán, cuyo objetivo es detener la expansión de las megagranjas porcinas que están causando graves daños ambientales y sociales en las comunidades indígenas del sureste de México.

“Hoy alzamos la voz, porque el 80% de esas megagranjas se instalaron en ejidos y comunidades mayas, contaminando el agua, el aire y el suelo,” declaró Sofía Morín, miembro legal de la organización Mercy For Animals Latinoamérica, durante una entrevista con EFE.

Los ambientalistas, en conjunto con varias organizaciones mexicanas, han viajado a Yucatán para investigar la situación de primera mano y escuchar a las comunidades indígenas sobre cómo estas instalaciones han afectado su vida diaria, incluyendo los terribles olores y la proliferación de moscas debido a la contaminación.

Impacto en las Comunidades Indígenas

La industria porcícola, que se ha establecido en comunidades vulnerables como Santa María Chi en Mérida, está acusada de violar la autodeterminación de los pueblos indígenas. Estas granjas, que albergan alrededor de 100,000 animales, operan sin la autorización de las comunidades afectadas, generando una grave crisis ambiental.

Sofía Morín advirtió que la comunidad maya de Yucatán está en “alerta roja” debido a la violación del derecho humano a un ambiente sano. Un estudio reciente reveló la existencia de 872 granjas porcinas, no todas de gran escala, pero con niveles de contaminación alarmantes, superando hasta ocho veces los límites permitidos por las normas mexicanas en algunas áreas.

Exigencias y Acción Internacional

Los ambientalistas están exigiendo que se cumpla con el Convenio de Ramsar, un tratado intergubernamental que protege los humedales de importancia internacional. Además, urgen a las autoridades internacionales a intervenir y brindar apoyo a las comunidades indígenas de Yucatán, especialmente aquellas que dependen de ecosistemas delicados como manglares y cenotes.

A pesar de presentar un documento firmado por 150 residentes de Santa María Chi y 10 organizaciones de protección ambiental, las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Yucatán no accedieron a un diálogo, limitándose a recibir el documento.

Denuncias de Maltrato Animal

Mercy For Animals Latinoamérica también denunció el maltrato animal en estas megagranjas, donde las condiciones son inhumanas, especialmente para las hembras que permanecen inmovilizadas durante meses en jaulas. Además, los cerdos son sometidos a procedimientos como castración y mutilación de colas y colmillos sin anestesia, prácticas consideradas “estándar” en la industria.

Según las cifras proporcionadas por la organización, en la Península de Yucatán se producen anualmente dos millones de cerdos, la mayoría de los cuales son exportados a Asia.

Esta situación ha llevado a los ambientalistas a instar al Poder Judicial a aplicar la ley y proteger los recursos naturales y el bienestar de las comunidades afectadas.