América lamenta la muerte del primer papa del continente y destaca su legado de humanidad
Presidentes y líderes políticos de todo el continente americano lamentaron este lunes la muerte del papa Francisco, el primer pontífice originario de América, y destacaron su legado de cercanía con los pobres, su compromiso con los derechos humanos y su incansable mensaje de paz.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump expresó en redes sociales: “¡Descanse en paz, Papa Francisco! ¡Que Dios lo bendiga a él y a todos los que lo quisieron!”. Pese a los desencuentros que tuvo con el pontífice por temas como la inmigración y las deportaciones masivas, Trump reconoció su influencia espiritual.
El vicepresidente estadounidense JD Vance, quien se reunió con Francisco un día antes de su fallecimiento en la residencia Santa Marta, lo recordó con emotividad: “Me alegré de verlo ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Siempre lo recordaré por la homilía que dio en los primeros días del Covid. Fue realmente hermosa”.
En Argentina, su país natal, el presidente Javier Milei manifestó su pesar por el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio y resaltó su lucha en defensa de la vida desde la concepción y su voluntad por imponer austeridad en el Vaticano. Milei, anteriormente crítico del papa, transformó su relación con él tras asumir la Presidencia en diciembre de 2023.
Desde Brasil, el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva calificó al papa como “una voz de respeto y acogida al prójimo”, y decretó siete días de luto nacional en su memoria. En la misma línea, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, afirmó: “Fue un humanista, un hombre que estuvo cerca del más humilde, de los pobres”.
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, rememoró una frase del papa durante una reunión en 2014: “Nos llamó a ‘convertir de nuevo la grappa en vino’, a reintegrar los valores humanos en nuestras vidas económicas”.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, sostuvo que Francisco “comprendió su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida”, mientras que Nicolás Maduro, de Venezuela, lo calificó como un “líder espiritual transformador” que “no dudó en incomodar a los poderosos con la verdad del Evangelio”.
Gabriel Boric, presidente de Chile, destacó el esfuerzo del pontífice por acercar la Iglesia al pueblo, y su homólogo de Ecuador, Daniel Noboa, lo recordó por su valentía, sencillez y fe.
José Raúl Mulino, presidente de Panamá, aseguró que el papa dejó una huella profunda tanto en el Vaticano como en los corazones del mundo. Por su parte, el mandatario de Paraguay, Santiago Peña, lo describió como “testimonio de fe, humildad y amor al prójimo”.
Xiomara Castro, presidenta de Honduras, elogió su defensa de la justicia y de los migrantes, mientras que Yamandú Orsi, presidente de Uruguay, señaló: “Se fue quizás en el momento en el que el mundo más lo necesitaba”.
El dominicano Luis Abinader se unió a las plegarias mundiales, y Luis Arce, presidente de Bolivia, lo recordó como un defensor incansable de los más vulnerables y del medioambiente.
Desde El Salvador, el vicepresidente Félix Ulloa subrayó que Francisco “le dio un nuevo rostro a la Iglesia católica”, y el Gobierno de Costa Rica elogió su “histórico legado de humildad y compromiso social”.
El presidente guatemalteco Bernardo Arévalo lo llamó “un hombre de paz y sabiduría”, mientras que el Perú expresó su más sentido pésame por la pérdida del “pastor universal de la Iglesia y testimonio vivo de justicia y amor al prójimo”.
La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, decretó tres días de duelo, resaltando su cercanía con los pueblos más marginados.
Un líder espiritual que marcó una era
Además de los mandatarios en funciones, expresidentes y líderes políticos también compartieron sus mensajes de condolencia.
Cristina Fernández de Kirchner expresó su “tristeza infinita” y definió a Francisco como “el rostro de una iglesia más humana”. Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, aseguró que será recordado como “uno de los líderes más importantes de nuestro tiempo”.
En Venezuela, el líder opositor Edmundo González Urrutia resaltó su legado de justicia social y humildad, mientras que el Consejo para la Transición Democrática en Cuba lamentó su falta de firmeza en la defensa de los derechos humanos en la isla, aunque reconoció su papel en el restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington.
Opositores nicaragüenses recordaron que Francisco denunció la represión en su país y calificó al régimen de Ortega como una “dictadura grosera” tras la condena del obispo Rolando Álvarez.
Desde Colombia, el Nobel de Paz Juan Manuel Santos lo describió como “un ser humano bondadoso, carismático, humilde y amigo cercano del país”.
Finalmente, Evo Morales, expresidente de Bolivia, escribió: “Hermano Francisco, te vamos a extrañar”.
El mundo político y social de América coincidió en que el papa Francisco deja un legado espiritual sin precedentes, un testimonio de fe que traspasó fronteras y conmovió conciencias más allá del Vaticano.