Ataque armado deja 44 muertos en mezquita de Níger
Un ataque armado perpetrado este viernes contra una mezquita en el suroeste de Níger dejó un saldo de al menos 44 civiles muertos, en un hecho atribuido a una filial del Estado Islámico. El atentado ocurrió a unos diez kilómetros al oeste de Méhana, en la región de Tillabéri, mientras los fieles se encontraban en plena oración.
Estado Islámico en el Sahel, posible responsable
Aunque la autoría del ataque no ha sido reivindicada, las autoridades señalan como posible responsable a Estado Islámico Sahel, antes conocido como Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), un grupo yihadista activo en la región.
En respuesta a la tragedia, el gobierno de Níger ha decretado un duelo nacional de 72 horas a partir del sábado 22 de marzo, periodo durante el cual las banderas ondearán a media asta en todo el país.
El secretario de Estado de Interior y ministro en funciones, general Salifou Mody, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como “un acto despreciable” que evidencia que “los terroristas y sus patrocinadores no defienden ningún ideal religioso”.
Aumento de la violencia tras el golpe de Estado de 2023
Este atentado se produce apenas dos días después de que el Ejército de Níger anunciara la muerte de 45 miembros de la misma filial yihadista en una operación militar.
Desde el golpe de Estado del 26 de julio de 2023, Níger puso fin a su cooperación militar con antiguos socios antiterroristas como Francia, Alemania y Estados Unidos, lo que ha derivado en un repunte de la violencia.
Según datos del Proyecto de Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED), alrededor de 1,700 personas han muerto en Níger a lo largo de 2024, de las cuales al menos 416 eran civiles.
La región de Tillabéri, donde convergen las ramas de Al Qaeda y Estado Islámico en el Sahel, ha sido uno de los epicentros de la inseguridad, con ataques constantes contra población civil y fuerzas militares.
Níger, gobernado actualmente por una junta militar, enfrenta la misma crisis de seguridad que sus vecinos Burkina Faso y Malí, países que también sufren la violencia de grupos yihadistas.