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Calentamiento global: efectos visibles y retos inmediatos

En 2025, el calentamiento global se refleja con señales contundentes que obligan a la acción urgente. Las temperaturas promedio a nivel global han registrado un incremento sostenido, con 2024 y principios de 2025 entre los años más cálidos de la historia reciente. Este fenómeno no solo aumenta la frecuencia de olas de calor extremas, sino que también intensifica fenómenos meteorológicos adversos como huracanes, sequías prolongadas e inundaciones repentinas.

Un aspecto crítico es el deshielo acelerado de glaciares y la capa de hielo ártica, cuyo retroceso está elevando el nivel del mar. Comunidades costeras en diversas partes del mundo ya están experimentando inundaciones más frecuentes y pérdidas de tierra cultivable. En regiones tropicales y subtropicales, la combinación de calor extremo y estrés hídrico amenaza la seguridad alimentaria, afectando la producción agrícola y provocando desplazamientos poblacionales.

El rendimiento energético también sufre. El gasto en refrigeración aumenta en zonas urbanas, mientras que los servicios públicos enfrentan presiones adicionales durante olas de calor intensas, poniendo en riesgo tanto el bienestar de los ciudadanos como la estabilidad de las redes eléctricas.

Frente a este escenario, diversas naciones están reforzando sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Se observa un impulso hacia la expansión de energías renovables, el fortalecimiento de sistemas de transporte sostenible y la implementación de estándares más estrictos de eficiencia energética. Sin embargo, académicos y organizaciones ambientales advierten que el ritmo de transformación no es suficiente. Instan a acelerar la transición hacia una economía descarbonizada antes de que los impactos climáticos adquieran una irreversible magnitud.

La lucha contra el calentamiento global en 2025 se posiciona, por tanto, como uno de los desafíos centrales del siglo XXI, demandando respuestas coordinadas y decididas en todos los niveles: gobiernos, empresas y sociedad civil. La ventana para limitar el incremento de temperatura a niveles tolerables se estrecha, y con ella, la urgencia de actuar con determinación.