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Capacitan a indígenas en combate a la trata

En México, los migrantes, los pueblos indígenas y las comunidades afro son particularmente vulnerables a delitos como la trata de personas. La situación se agrava con la exclusión social, las dificultades económicas y la ausencia de programas de prevención específicos.

Por ello, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) emprendió la segunda fase del proyecto de orientación y capacitación a mujeres de comunidades indígenas para combatir la trata.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en lo que va de este año, en nuestro país suman 140 carpetas de investigación por ese delito, siendo la Ciudad de México la que encabeza la lista, con 34, seguida del Estado de México, con 22.

Si nadie habla de ello, ni siquiera sabrás que existe. Y si hay alguna información, ciertamente no está en nuestra lengua materna”, comentó Margarita Cruz, activista y representante de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexacana (CAMIAs) de Baja California.

Gráfica de barras que muestran las carpetas de investigación que hay en México por el delito de trata de3 personas.
Ella forma parte del programa Agentes de Cambio: ¿De qué se Trata? Que trabaja la UNODC con comunidades indígenas de México.

Margarita y decenas de mujeres indígenas de Baja California, Chiapas, Guerrero, Ciudad de México, Oaxaca, Puebla y Veracruz conocen el plan integral de UNODC con el que les enseña a difundir mensajes de prevención en sus comunidades, garantizando que la información llegue a las personas en su lengua materna, mediante talleres, cómics y programas en estaciones de radio. Aprenden a detectar signos de trabajo forzoso y alertas sobre explotación sexual.

Con las CAMIA se ha logrado entretejer una red de comunicación y difusión para conocer verdaderamente las necesidades en las comunidades en materia de trata de personas y entender cuáles son las modalidades más comunes, los medios de enganche utilizados y así generar material de capacitación y de comunicación para incidir en la prevención, detección y atención a personas víctimas de este delito”, comentó a Excélsior Natalia Espinosa, titular del Programa de Crimen Organizado en UNODC México.

A estas labores de inclusión y prevención en comunidades indígenas, las CAMIA se suman con otro desafío, la reducción de presupuesto. En 2020, con la pandemia se les retiró 75% de los recursos previstos para su desempeño. Entre 2019 a 2022 el presupuesto asignado se redujo 30 por ciento. En el PEF 2024 se especificó que se otorgarán fondos según la necesidad de cada Casa, siendo el monto máximo un millón de pesos para las que ya están consolidadas.

Como resultados del módulo 1 de este programa, impartido entre octubre de 2023 y febrero pasado y en el que 262 personas participaron, de las cuales 72% fueron mujeres y 28% hombres, “los participantes ampliaron su conocimiento del delito de trata de personas; lograron distinguir el concepto de trata de personas de términos históricamente utilizados ya superados como es el caso de ‘trata de blancas’; adquirieron herramientas para identificar los tres componentes del delito: actos, medios y fines y conocieron que la legislación mexicana reconoce 11 modalidades de explotación”, indicó Espinosa.

Comentó que otro de los resultados alcanzados es la búsqueda de soluciones ante el impacto que la percepción de inseguridad ha traído con el paso de los años en sus comunidades (aislamiento, individualismo, pérdida de la cohesión social) y cómo estos cambios han generado consecuencias como las adicciones y distintos tipos de violencia, puntos que propician la vulnerabilidad ante la delincuencia.

Esta dinámica ha enfrentado algunos obstáculos, como “la barrera del lenguaje, ya que muchas comunidades no hablan el idioma español, siendo escaso el material de prevención en su lengua de origen, y requiriendo asistencia de intérpretes para poder acceder a los distintos servicios, garantizar el acceso a la justicia y la reparación integral a las personas víctimas”, señaló la titular del Programa de Crimen Organizado en UNODC México.

También refirió las condiciones geográficas de largas distancias, que implican poca accesibilidad y falta de medios de transporte para acceder a las comunidades indígenas y compartir mensajes de prevención del delito.

El proyecto Agentes de Cambio se encontrará vigente hasta el mes de marzo de 2026 y en ese periodo se darán cursos a los medios de comunicación con la finalidad de brindarles herramientas para realizar la cobertura de estos casos con un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género sin revictimización, indicó a este diario Natalia Espinosa.

El enfoque multicultural de la UNODC debe persistir, para que la información resuene en nuestros propios idiomas. Esto provocará un cambio profundo dentro de nuestras comunidades”, agregó Margarita.