Capturan a Luis Alberto Pérez Zamorano, el autodenominado “gurú financiero” de Inverforx
Luis Alberto Pérez Zamorano, autodenominado gurú financiero y fundador de la firma Inverforx, fue detenido en Italia tras meses de búsqueda internacional. El empresario mexicano era requerido por la justicia nacional por su presunta responsabilidad en una de las mayores estafas financieras del país, valuada en más de 80 millones de pesos. Su captura se logró gracias a una ficha roja emitida por Interpol a solicitud de México.
Por el momento, las autoridades mexicanas se mantienen a la espera de la documentación oficial por parte de las autoridades europeas para dar inicio formal al proceso de extradición.
Inverforx, registrada bajo la razón social Strategic Capital Agency S.A.P.I. de C.V., ofrecía atractivas oportunidades de inversión en sectores como litio, oro, algodón y petróleo. Sin embargo, detrás de la fachada empresarial operaba un esquema fraudulento. Según testimonios, los primeros rendimientos entregados eran mínimos, diseñados para ganar la confianza de los inversionistas, quienes luego perdían contacto con la empresa tras aportar mayores sumas de dinero.
“Primero les regresaban pequeñas ganancias para ganar su confianza. Cuando los clientes apostaban todo, dejaban de responder. Así operaban”, relató el abogado Fernando Lozada, quien representa a cientos de víctimas, en entrevista con la revista Dominga.
El caso comenzó a hacerse público en noviembre de 2023, cuando un profesor afiliado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunció la estafa. Su testimonio abrió la puerta a más acusaciones, muchas provenientes de estados como Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Coahuila y especialmente Michoacán, donde se presume que se encontraba el núcleo operativo de la organización.
En las denuncias también se ha mencionado la posible participación de exfuncionarios del gobierno del exgobernador Silvano Aureoles, quien actualmente también está prófugo.
Tras el colapso de Inverforx, Pérez Zamorano huyó a Barcelona, donde habría comenzado a operar una nueva red de fraudes. Su detención representa un paso significativo en el largo camino hacia la justicia para cientos de afectados, aunque el proceso apenas comienza. Las víctimas aún enfrentan el desafío de llevar al presunto responsable ante los tribunales y, sobre todo, de intentar recuperar su dinero.
