La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) lanzó con éxito la misión Chang’e-6, la cual busca hacer historia al recoger y traer a la Tierra muestras de la cara oculta de la Luna. Esta zona, nunca antes explorada directamente, podría contener rocas y minerales prístinos que arrojen luz sobre la formación temprana del satélite. La misión, considerada de alta complejidad técnica debido a la necesidad de un satélite de retransmisión para las comunicaciones, consolida a China como un líder en la exploración lunar y un competidor directo de los programas Artemis de Estados Unidos.




