China pone en órbita satélite para vigilar el deshielo de glaciares en la meseta tibetana
El gobierno de China lanzó un nuevo satélite de observación terrestre con el objetivo de monitorear de manera precisa la evolución de los glaciares en la meseta tibetana, una de las regiones más sensibles al cambio climático. La misión, confirmada en las últimas 48 horas, busca recopilar datos clave sobre los efectos del calentamiento global en las fuentes de agua más importantes de Asia.
El satélite está equipado con sensores ópticos e infrarrojos de alta resolución, además de un sistema de radar capaz de medir cambios en el espesor del hielo y el avance del deshielo. Con esta tecnología, los científicos podrán obtener información continua sobre la dinámica de los glaciares, la cobertura de nieve y la variación de los lagos de montaña que dependen de estas reservas.
La meseta tibetana, conocida como “la torre de agua de Asia”, alimenta los principales ríos del continente, entre ellos el Yangtsé, el Mekong, el Ganges y el Brahmaputra. Más de 1,500 millones de personas dependen directa o indirectamente de estos caudales para el consumo humano, la agricultura y la producción de energía hidroeléctrica.
Sin embargo, en las últimas décadas la región ha experimentado un retroceso acelerado de glaciares y un aumento en la frecuencia de deshielos repentinos, lo que incrementa el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y cambios en la disponibilidad de agua. Los especialistas advierten que, si la tendencia continúa, millones de personas podrían enfrentar crisis hídricas en las próximas décadas.
El nuevo satélite permitirá vigilar estos procesos con mayor detalle y ofrecerá datos en tiempo real a científicos y autoridades locales. Esto facilitará la implementación de sistemas de alerta temprana para comunidades vulnerables y apoyará la planificación de políticas de adaptación al cambio climático.
Además, la información obtenida será compartida con proyectos internacionales de investigación climática, lo que contribuirá a mejorar los modelos globales de predicción sobre el impacto del deshielo en el nivel del mar y en los ecosistemas de montaña.
China ha invertido de manera sostenida en programas espaciales con fines científicos y ambientales. Este lanzamiento se enmarca en una estrategia más amplia para reforzar su capacidad de observación de la Tierra y enfrentar los retos que plantea el cambio climático en su propio territorio y en la región asiática.
Con este satélite, los investigadores esperan contar con una herramienta decisiva para comprender la velocidad del deshielo en el “techo del mundo” y proponer soluciones que garanticen la seguridad hídrica de millones de personas en el futuro cercano.