Científicos descubren un nuevo material con propiedades superconductoras a temperatura ambiente: ¿el inicio de una revolución energética?
En un avance que podría marcar un antes y un después en la ciencia de materiales, un grupo internacional de científicos ha anunciado el descubrimiento de un nuevo compuesto con propiedades superconductoras a temperatura ambiente y presión moderada, lo que representa uno de los grandes desafíos no resueltos de la física aplicada desde hace más de un siglo.
Este nuevo material, aún sin nombre comercial definitivo, es una aleación compleja basada en hidruros metálicos dopados con nitrógeno, capaz de conducir electricidad sin resistencia a temperaturas cercanas a los 20 °C (293 K) y a presiones mucho más bajas que las requeridas por descubrimientos previos. El hallazgo, aunque todavía está en fase de validación independiente, podría tener enormes implicancias para el futuro de la energía, la computación, el transporte y la infraestructura.
¿Qué es la superconductividad y por qué es tan importante?
La superconductividad es un fenómeno cuántico en el que un material puede transportar corriente eléctrica sin ninguna pérdida de energía. En condiciones normales, los conductores como el cobre o el aluminio presentan resistencia eléctrica, lo que genera calor y desperdicio energético. Un superconductor elimina por completo esa resistencia, permitiendo una eficiencia de transmisión teóricamente perfecta.
Desde su descubrimiento en 1911, los superconductores han sido utilizados en tecnologías avanzadas como imanes de resonancia magnética, trenes de levitación magnética (maglev) y detectores científicos de alta precisión. Sin embargo, todos estos sistemas requieren temperaturas extremadamente frías, muchas veces cercanas al cero absoluto (−273 °C), lo cual limita drásticamente su aplicabilidad masiva.
El santo grial de este campo ha sido encontrar un superconductor que funcione a temperatura ambiente, lo cual permitiría crear redes eléctricas sin pérdidas, baterías cuánticas, computadores ultrarrápidos y nuevas tecnologías médicas sin la necesidad de costosos sistemas criogénicos.
Un avance que desafía lo conocido
El nuevo material fue desarrollado por un equipo de físicos y químicos de Estados Unidos, Corea del Sur y Alemania, que trabajaron durante más de tres años en una estructura cristalina capaz de mantener el acoplamiento Cooper (el mecanismo cuántico que permite la superconductividad) sin depender de presiones extremas o refrigeración líquida.
Lo innovador es que este material logra su propiedad superconductora en condiciones cercanas a las del entorno natural, utilizando una arquitectura molecular que combina átomos de hidrógeno, lantano, y nitrógeno, alojados en una estructura cúbica extremadamente compacta.
Aunque aún se requiere validación por parte de otros laboratorios independientes, los resultados preliminares han sido revisados por pares y publicados en una revista científica de alto impacto, lo que ha despertado un interés inmediato por parte de gobiernos, universidades y empresas de energía.