Científicos logran convertir células de la piel humana en óvulos: un avance revolucionario para la fertilidad
En un avance sin precedentes en el campo de la biotecnología y la medicina reproductiva, científicos del Instituto Francis Crick en Londres y de la Universidad de Cambridge han logrado transformar células de la piel humana en óvulos inmaduros en el laboratorio. Este descubrimiento podría abrir una nueva era para tratamientos de fertilidad, especialmente en mujeres que no pueden producir óvulos por razones médicas o genéticas.
El experimento, publicado esta semana en una revista científica especializada, se basó en el uso de células madre inducidas (iPS), las cuales fueron reprogramadas a partir de células de la piel de donantes adultos. A partir de estas iPS, los investigadores lograron generar células germinales primordiales, que luego se guiaron mediante un entorno celular especializado para convertirse en estructuras muy similares a los óvulos humanos.
Aunque los óvulos producidos aún no están completamente maduros y no se han utilizado para fecundación, los científicos afirman que este es un paso crucial hacia la posibilidad de crear óvulos funcionales completamente en el laboratorio. De lograrse, esto podría beneficiar a mujeres con infertilidad por edad avanzada, menopausia precoz o tratamientos oncológicos, y también podría ofrecer nuevas posibilidades para parejas del mismo sexo o personas transgénero que desean formar una familia biológica.
Uno de los líderes del estudio, el profesor Robin Lovell-Badge, declaró que aunque aún falta tiempo para que esta técnica sea viable clínicamente, los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores y marcan un hito. “Por primera vez, hemos creado precursores de óvulos humanos utilizando células adultas, sin necesidad de tejido ovárico. Esto representa un cambio radical en la forma en que entendemos y tratamos la fertilidad humana”, explicó.
Sin embargo, el avance también ha despertado debates éticos. Algunos expertos advierten sobre el riesgo de aplicar esta tecnología sin una regulación adecuada. “Este tipo de técnicas deben ser vigiladas cuidadosamente para evitar usos inapropiados, como la creación de embriones con fines no médicos”, señaló una bioeticista del King’s College London.
Los investigadores enfatizan que no han intentado fertilizar los óvulos creados, ni existe intención de producir embriones humanos en esta etapa. Todo el estudio se realizó con fines científicos y bajo estrictos controles éticos. No obstante, se prevé que la discusión sobre el uso de esta tecnología se intensificará en los próximos años, a medida que se acerque su posible aplicación clínica.
Mientras tanto, millones de personas que enfrentan la infertilidad ven este avance como una señal de esperanza. Si futuras investigaciones logran madurar estos óvulos completamente, se podría reescribir el futuro de la reproducción humana.